La amenaza del cambio climático y sus consecuencias ha impulsado a la Unión Europea a rodearse de un grupo de expertos para trazar el camino que asegure un futuro mejor no sólo para los europeos sino para el resto del mundo. En el grupo de asesores del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se encuentra César Dopazo, un gallego de sangre (por su ascendencia) afincado en Zaragoza en cuya universidad es profesor del departamento de Ciencia y Tecnología de Materiales y Fluidos.

- Su designación para asesorar a Barroso sobre cambio climático es muy reciente, principios de este mes. ¿Qué se siente al integrar un grupo de sabios y compartir tarea con figuras como el Premio Nobel de Física Carlo Rubbia?

- Es un honor. Me lo propuso, en un principio, una asesora de Barroso que conocía desde hace tiempo. Yo lo intenté evitar, propuse varios nombres pero, al final, insistió tanto que acepté.

- Recientemente, se ha visto una nueva ruptura en la UE a la hora de afrontar el cambio climático con unos países a favor de incrementar la producción de energía atómica y otros estados, contrarios.

- La UE tiene problemas muy serios con 25 estados miembros y dos en negociación con directores de orquestas diferentes. Cada uno, hace la música que más le gusta y eso no es bueno, ya que debe haber una postura unida.

- Respecto a la energía nuclear, ¿cuál es su propuesta?

- La energía nuclear es una solución combinada con energías renovables. Es la principal solución de futuro para Europa. En uno o dos siglos, China, India y Estados Unidos podrían vivir con el carbón porque lo tienen, pero Europa no lo tiene. Sólo la República Checa, Hungría y Polonia tienen reservas de carbón para más de 30 años: el resto, para menos de 30 años. España sólo tiene para 27.

- La población presenta recelo hacia este tipo de energía. Aún tenemos el recuerdo reciente de Chernóbil.

- La energía nuclear tiene mala prensa. Chernóbil fue un golpe de muerte pero era una central vieja y mal gestionada. Las nuevas centrales son intrínsecamente seguras.

- Otra pega es el tratamiento y depósito de residuos nucleares.

- Mi argumentación es que si se invierte dinero en tratar residuos pero hablo de una cantidad importante de dinero, el problema de los residuos estaría mucho más avanzado y podríamos hablar de la energía nuclear con un poquito más de esperanza. No obstante, (si con el tiempo se demuestra que) la energía nuclear de generación cuatro no es segura, que es mucho más cara que la procedente de combustibles fósiles o no podemos tratar correctamente los residuos, entonces olvídemonos de ella. Sin embargo, yo creo que con un buen programa de desarrollo y con fondos que no se han dedicado hasta ahora, esta energía sería competitiva. A la opinión pública, no se le puede mal informar. Si se lee un libro de texto, aparece el cainismo que la energía nuclear es mala. Hay matizaciones.