El insuficiente número de centros del sistema público sanitario que aplica tratamientos de fecundación asistida -en algunas provincias no hay ninguno- y el tiempo de espera -una media de dos años o incluso tres en algunas comunidades, según las asociaciones de pacientes- centran las quejas de este colectivo, por lo que el Defensor, Enrique Múgica, solicitó información a las comunidades autónomas.

La investigación concluye que el acceso de los ciudadanos a los centros de reproducción asistida se ve dificultado o impedido por la falta de recursos.

Añade que es excesivo el tiempo de espera hasta que reciben tratamiento y esto, junto al límite de edad para la inclusión en determinados programas, conduce a la no prestación del servicio.

Tras la decepción que conlleva el diagnóstico de infertilidad, la angustia por el paso del tiempo suele acompañar a las parejas que buscan tener un hijo.

Las españolas deciden ser madres en torno a los 30 años, una edad ya tardía. Pasados dos años sin lograr un embarazo, acuden al ginecólogo e inician el largo proceso de diagnóstico antes de someterse a técnicas de reproducción para alcanzar el embarazo, que a veces precisa de varios intentos.

La media de las mujeres que se someten a estas técnicas está entre los 35 y 37 años, y aumenta el número de las que están por encima de los 40, razones por las que se han elevado los tratamientos con óvulos donados.

La encuesta Fecundidad y Valores en la España del siglo XXI, dirigida por la demógrafa del CSIC Margarita Delgado, señala que un 2,7% de mujeres de entre 25 y 49 años tuvo su primer hijo mediante reproducción asistida, mientras que un 9,2% de mujeres entre 35 y 39 años y un 6,8% de entre 45 y 49 lo intentaron también, pero sin éxito.

Diversos expertos participarán en un Foro organizado por el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, que inaugura el miércoles el Defensor del Pueblo, para debatir sobre problemas de reproducción, que afectan a entre 600.000 y 800.000 parejas, un 14-18 por ciento de las que están en edad fértil, según dijo a Efe el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), Buenaventura Coroleu.

El 80 por ciento de los centros son privados

España cuenta con unos 300 centros sanitarios en los que se aplican técnicas de reproducción asistida, y el 80 por ciento de ellos son privados. El coste de los tratamientos oscila entre 3.000 y 5.000 euros para la fecundación in vitro y entre 600 y 800 para el ciclo de inseminación artificial, según la SEF.

Cada año se diagnostican 20.000 nuevas parejas y las clínicas realizan unos 21.000 ciclos (tratamientos) de fecundación in vitro y otros 20.000 de inseminación artificial, según los últimos datos de la SEF, recogidos en 2003, ya que, afirma Coroleu, no existe un registro oficial de técnicas de reproducción asistida, a pesar de que está contemplado en la Ley.

Tenemos una buena Ley -afirma- pero hay aspectos que no se han desarrollado reglamentariamente, "no existe un registro de centros y técnicas, no se puede saber el coste sanitario, el número de embarazos múltiples..., no hay estadísticas absolutamente fiables".

Embarazos múltiples, un efecto secundario no deseado

Según la SEF, más de un 30 por ciento de los tratamientos deriva en embarazo -un 20% en inseminación artificial, un 35% en fecundación in vitro y un 47% en donación de ovocitos- y de ellos entre un 20 y 25 por ciento llega a término.

La tasa de embarazos múltiples en fecundación in vitro fue del 28%, y en inseminación artificial un 20%, según Coroleu, jefe del Servicio de Medicina de Reproducción del Instituto Universitario Dexeus.

"El embarazo múltiple debe considerarse un efecto secundario no deseado. Un embarazo triple no es un éxito, sino un fracaso de la técnica de reproducción asistida -asegura-. Hay que abogar por la seguridad de las técnicas e intentar ajustar los tratamientos estimuladores de la ovulación, para evitar esa probabilidad".

En su opinión, habría que promover una política de transferencia selectiva de embriones, para evitar la gestación múltiple, y "el Gobierno debería potenciar unas normas y contraprestaciones, porque el ahorro en el coste de asistencia a la embarazada y a los nacidos prematuros podría permitir subvencionar los tratamientos de fecundación".

"Estamos a años luz de que los centros públicos saneen las listas de espera", señala María José González, directora de la Asociación de problemas de infertilidad Ceres, que demanda crear unidades de Reproducción Asistida "junto a las de Ginecología", y desarrollar conciertos con centros privados, de lo contrario el proceso se convierte en "tener un hijo a golpe de cheque".

Buscar otros con el mismo problema

Recopilar información y buscar otras personas con el mismo problema aplaca la angustia e Internet es un medio fácil.

"Lainfertilidad.com" recibe 100.000 visitas mensuales y, en dos años de funcionamiento, un equipo médico ha atendido 3.600 consultas, dijo a Efe su director general, Xavier Campoverde.

Según una encuesta entre 9.300 usuarios, un 77% dijo no haber recibido suficiente información de los médicos en el centro sanitario y un 81% declaró necesitar una segunda opinión.

Un 50% de los encuestados señaló haber recibido un "trato más profesional" en el centro privado, frente a un 9% en el público, y un 39% reconoció igual trato.

En cuanto a si se han planteado la adopción, el 47 por ciento lo cita como "última opción" y un 9% lo tramita en paralelo al tratamiento de infertilidad.

Un 22 por ciento indicó que tenía un "límite económico" para recibir el tratamiento, en tanto que un 12% citó un límite "de tiempo", un 14% seguiría "mientras el cuerpo aguante" y el 38% declaró que prefería no pensar en ello.

Turismo reproductivo

España tiene una Ley de Reproducción Asistida que contempla casi todos los supuestos (excepto el útero subrogado o de alquiler), "unos resultados entre los mejores de Europa y precios aceptables", lo que le convierte en destino para el llamado "turismo reproductivo", dijo a Efe Alejandro González, presidente del comité científico de la Asociación Nacional de Clínicas de reproducción Asistida (ANACER)

Hay centros con departamentos exclusivos para parejas extranjeras, muchas de ellas procedentes de Reino Unido, Italia, Suiza y Alemania. En la clínica Dexeus atienden un 14% de pacientes de otros países y otros centros entre un 20 ó 30 por ciento.

El porcentaje está en relación con las posibilidades de comunicación por avión -Madrid, Barcelona, ciudades de la costa-, si operan vuelos de bajo coste, el clima y si puede combinarse con unas vacaciones.