Desde las obras de los maestros del paisaje John Constable o J.M.W Turner, hasta el postimpresionismo de Frederick Gore, conforman la exposición "Opulence and Anxiety", que se inaugura hoy en la Galería de Compton Verney, situada en Warwickshire (centro de Inglaterra).

Con obras pertenecientes a los fondos de la Royal Academy of Arts de Londres, la muestra ofrece la oportunidad de retroceder hasta 1768, para recorrer a partir de los paisajes la percepción de los últimos 250 años de la historia británica.

"Más allá de representar la utopía rural de un pasado mítico, los paisajes plantean importantes cuestiones acerca de la identidad nacional de un país", según afirmó el comisario de la exposición, Tim Barringer.

El progreso industrial que lideró Gran Bretaña a partir de 1800 inauguró una "etapa de opulencia y poder" que quedó reflejada en los primeros paisajes de artistas como John Constable, añadió Barringer.

Según el comisario, el siglo XIX fue la época de "esplendor del gran imperio británico" que, a su vez, llegó acompañada por una sensación de "fragilidad y amenaza", que llevó a los artistas de la época, como Thomas Gainsborough en "Romantic Landscape", a "refugiarse" en su imaginación.

Obras de paisajistas reconocidos como J.M.W. Turner se exhiben por primera vez junto a los exteriores de William Hodge y Thomas Daniell; los paisajes victorianos de Thomas Creswick o Benjamin Williams Leader; y los eduardianos Alfred East y George Clausen.

No lejos de Stratford-upon-Avon, el lugar donde nació el dramaturgo William Shakespeare, la Compton Verney incluye en esta exposición temporal, que se podrá visitar hasta el próximo 10 de junio, paisajes realizados durante la primera y la segunda Guerra Mundial, así como una perspectiva más global de los contemporáneos Barbara Rae o David Hockney.

A partir de la obra de cuarenta artistas, la exposición explora la paradoja entre opulencia y ansiedad, dos sentimientos que, según Barringer, "influyeron en la historia reciente del Reino Unido".

Barringer destacó que los cuadros no han pasado nunca por las manos de los comisarios de arte, porque todas las obras son donaciones que los artistas mismos hacen a la Royal Academy of Arts, para pertenecer a esta institución británica con 239 años de existencia.

La tensión creativa entre la ciudad y el campo se hace palpable en los paisajes de la muestra, que también recoge las distintas percepciones de la historia del Reino Unido, visto como una nación imperialista o como un país con necesidad de reinventarse.

Más allá de los paisajes, la galería Compton Valley, que se encuentra en una vieja y elegante mansión remodelada por el estudio de arquitectos Stanton Williams, acoge también desde hoy la instalación "Airfield 2007", de la artista británica Kate Whiteford.

Ideada especialmente para el museo, la obra consiste en dibujos realizados a gran escala directamente sobre el campo, con el objetivo de recrear las pistas de aterrizaje que, durante la segunda Guerra Mundial, albergaban los aviones de una base secreta establecida en Compton Valley.