Uno de los tres médicos presentes en el pregón inaugural de la Semana Santa talaverana y que atendió al periodista, la concejala de Sanidad de esta ciudad, Maribel Gil, detalló a Efe cómo ocurrieron los hechos y subrayó que se le atendió "de inmediato" y que los servicios de urgencia "hicieron lo imposible" por recuperarle.

El periodista, de 59 años, estaba ofreciendo un pregón "intimista y bello", destacó Gil, y realizaba un símil entre la Semana Santa de Sevilla y de Talavera de la Reina cuando empezó a marearse, tomó un sorbo de agua, soltó el vaso, volvió a coger el vaso para beber y se sujetó al atril situado en el escenario del Teatro Victoria.

Inmediatamente subieron al escenario tres médicos -los doctores Maribel Gil, Ricardo Juárez y Gonzalo Lago, que habían acudido a escuchar el pregón-, el alcalde de la ciudad, José Francisco Rivas, y el presidente de la Junta de Cofradías, Angel Mariano García-Loarte, que trasladaron a Ramírez Fernández de Córdoba a la parte trasera del escenario.

"Pensamos que era una lipotimia pero enseguida vimos que era bastante más grave y mi opinión como médico es que falleció en el mismo momento en que se desmayó, en un infarto fulminante", dijo la concejala de Sanidad.

Los servicios de urgencia 112 llegaron en cinco minutos con una UVI móvil y durante media hora intentaron reanimar al enfermo y le colocaron un marcapasos superficial, pero entró en continuas paradas cardíacas y fue trasladado al Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina donde ingresó cadáver.

Al periodista se le practicó la autopsia y a las 10.00 horas se ofició una misa en el tanatorio de Talavera de la Reina antes de trasladar su cadáver a Sevilla.

En su viaje a Talavera de la Reina para ofrecer el pregón le acompañó su esposa que, según las mismas fuentes, tuvo "una entereza y una fe muy profunda" en esos momentos, se situó junto a su marido, le tomó las manos y pidió al sacerdote Daniel León Ramos que rezara junto a ellos.

Maribel Gil recalcó que el periodista "estaba llegando al público" con su pregón y que en el momento del infarto establecía un símil entre las ciudades de Sevilla y Talavera de la Reina y, en particular, con la figura del torero Joselito que era sevillano y falleció en la plaza de toros talaverana en 1920.

Tras el infarto que sufrió Manuel Ramírez Fernández de Córdoba, el acto del pregón de la Semana Santa se suspendió.