Los miembros de la Orden estarán acompañados por el teniente Pardo de Santallana (lugarteniente del Capítulo Noble de Castilla y León de la Lugartenencia de España Occidental) y lucirán ataviados con la indumentaria propia de la Orden. Los caballeros con traje oscuro, capa y guantes blancos, y las damas con manto y guantes blancos también.

Aunque la peregrinación ha llegado este viernes, en autobús, a Potes para asistir a la Santa Misa a las siete de la tarde, será mañana, sábado, cuando ganen el Jubileo.

Así, a las 9:30 horas llegarán a la explanada del Monasterio y se dispondrán para la formación del Capítulo. A las 9:45 horas tendrá lugar la bendición del Estandarte de la Sección de la Orden en Cantabria por su prior Luis López de Ormazábal, actuando como madrina Luisa Mercedes de Izárraga, quien le hará entrega del Estandarte al Presidente de la Sección.

Posteriormente, a las 10:00 horas, se celebrará la recepción por un miembro representante de la Comunidad Franciscana, canto de entrada y rezo de la oración del peregrino ante la Puerta del Perdón.

A continuación, el capítulo en procesión entrará en la Iglesia para asistir a la Eucaristía que presidirá Carlos Osoro, arzobispo de Oviedo y administrador apostólico de la Diócesis de Santander, Gran Oficial de la Orden. Terminada la Misa se venerará la sagrada reliquia del Lignum Crucis.

ORDEN DEL SANTO SEPULCRO.

La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén es una de las cinco Órdenes que se instituyeron en los santos lugares para la guardia y custodia del Santo Sepulcro a partir del año 1099.

Desde el principio cobraron gran importancia ya que tenían que aportar 1.100 sirvientes de armas y en la corte del Rey de Jerusalén tenía que haber, constantemente, 100 Caballeros del Santo Sepulcro para salir a las expediciones militares.

Los caballeros de la orden tomaron parte en los hechos de armas más notables a partir del año 1123 cuando lucharon al lado del rey Balduino de Jerusalén. Según Guillermo de Tiro, estuvieron en 1124 en el sitio de Tiro con el Patriarca Germond; en 1128 en la toma del castillo de Montferrand; en 1146 en el desastre de Bostre y en el sitio de Damasco; en 1153 en la toma de Arcalea; en 1182 en la batalla de Berthsan y, en 1180, en el sitio de San Juan de Acre, en el que murió el prior del Santo Sepulcro.

Después de la toma de Jerusalén por los turcos, los Caballeros del Santo Sepulcro se extendieron por la mayoría de los países de la Europa católica. Inocencio VIII, en 1489, unificó esta Orden con la Orden de San Juan de Jerusalén (Malta), aunque los caballeros alemanes y españoles conservaron su autonomía. A finales del siglo XIX, el Papa Pío IX restauró la Orden nombrando gran maestre al Patriarca Latino de Jerusalén.

En la actualidad la Orden tiene aproximadamente 20.000 miembros por todo el mundo y se dedica a acciones humanitarias en Tierra Santa. Son condes palatinos de San Juan de Letrán. Los caballeros españoles son canónigos honorarios de la colegiata de Calatayud; tienen preferencia en el Vaticano sobre las restantes órdenes.

Sus mantos capitulares y capas de paseo son de color blanco con la cruz de Jerusalén de color rojo sobre el hombro izquierdo y, en España, también poseen uniforme militar consistente en levita blanca galonada de oro, con la cruz roja quíntuple de Jerusalén en el pecho, y pantalón azulón, también galonado de oro, dragonas, sable y bicornio.