Nacido en Rosario y afincado en Madrid desde hace cinco años, Coti retoma "un sonido más sanguíneo, más esencial", grabando las catorce canciones de este último trabajo "como en los años 70, con todos los músicos en una misma sala" y sin las colaboraciones que en su anterior trabajo, "Esta mañana y otros cuentos", le hicieron vender más de 300.000 copias en España.

Coti, asociado por aquél disco a canciones al lado de otros artistas como Paulina Rubio y Julieta Venegas en "Nada fue un error", promociona ahora "Gatos y palomas" con un single que es "una despedida que es en realidad una bienvenida a algo nuevo, a un cuaderno en blanco" y que tiene por título "Canción de adiós", confiesa a Efe en una entrevista.

Esta balada propone "una manera de empezar con algo que no tiene cabida en muchas emisoras y que nadie espera de Coti", explica, aunque también reconoce que, cinco años después de debutar como artista en solitario, "como en el primer disco, la lírica sigue siendo preponderante", aunque "Gatos y palomas" siga con las melodías suaves y pegadizas que han caracterizado su trayectoria.

Pero en esta ocasión, el cantante tenía "ganas de hacer un disco más personal y aunque un disco como el anterior, en directo, daba mucho pie a las colaboraciones, llega un momento en la carrera del artista en la que hay que liberar la intuición propia, sin muchas opiniones externas", asevera.

Aun así, sigue cuidando el sonido, "intentado buscar cosas nuevas, como una orquesta, cuerdas o un bandoneón, que nunca había utilizado antes" y que hacen hablar a Coti de "una nueva etapa" a la que da pistoletazo de salida "Gatos y palomas".

Así, el autor de "Antes que ver el sol" compone y produce todos los temas del disco, de manera que encuentra en esta expresión "más íntima" de su ser otro eje sobre el que giran sus composiciones: la dualidad entre España y Argentina, como demuestran los temas "Como tangos en Madrid" o "Buenos Aires".

La capital española, en la que se inició discográficamente en el año 2002 tras pertenecer al grupo de rock argentino Luz Mala, le aporta "una nueva visión de las cosas y de la música", pero eso "no quiere decir que uno no eche de menos sus raíces".

De hecho, Coti es más partidario de entender el mundo de la música en castellano como un espacio diáfano, en el que "aunque está muy bien que haya intercambio de grupos de un lado a otro del Atlántico, lo ideal es que se dé la fusión y que la música experimente sinergias en ese encuentro", explica.

Y es que, a través de la canción "Inmigrante", intenta paliar cierto "desconocimiento de la memoria histórica" y dar una visión en la que "los emigrantes que llegan de países como Argentina quizá no estén yéndose de su país, sino volviendo a aquél del que un día tuvieron que marcharse".

Como segundo sencillo, a Coti todavía le cuesta decantarse por una canción concreta, y menciona "Las horas" -en la que, como el libro de Michael Cunningham cuenta tres historias-, "Mi espacio" o "Suéltame" como posibles opciones.

En cualquier caso, como ya hizo ayer en un pequeño concierto de presentación en Madrid, se muestra entusiasmado por sacar ese "sonido originario y original" de los nuevos temas en el sonido acústico que le gusta desarrollar en el directo.

La gira de "Gatos y palomas" comenzará el 3 de mayo en Santiago de Compostela y recorrerá durante todo el verano la geografía española hasta terminar, según las fechas cerradas hasta ahora por la discográfica, el día 16 de septiembre en Molina de Segura (Murcia).