Ya lo dice el refrán: no hay peor cuña que la de la misma madera. Y eso es precisamente lo que han hecho científicos estadounidenses al crear genéticamente un mosquito que resiste a un tipo del parásito de la malaria y que podría ser usado para combatir esa enfermedad que se cobra la vida de varios millones de personas cada año. La malaria, la tuberculosis y el sida son los tres males que causan más fallecimientos en el llamado tercer mundo.

En un informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos de la Universidad Johns Hopkins indican que ese mosquito tiene mejor supervivencia que los no resistentes cuando estos se alimentan de ratones infectados. Según Jason Rason, que dirigió el grupo de científicos, el mosquito creado genéticamente es sólo un principio y que el objetivo ahora es crear uno resistente al mosquito de la malaria que afecta a los seres humanos.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades consideran que alrededor de 2,7 millones de personas mueren como consecuencia de la enfermedad, principalmente en países tropicales de África y América Central. Además, entre 350 y 500 millones de seres se infectan cada año.

Marcelo Jacobs-Lorena, científico participante en el estudio, explica en el estudio que los mosquitos se alimentaron de la sangre de ratones infectados con el parásito P. berghei, uno de los que causa la enfermedad. El parásito que causa la enfermedad en los seres humanos es el Plasmodium falciparum, del que es portador la hembra del mosquito y que es responsable del 80 por ciento de las infecciones y del 90 por ciento de las muertes.

Los mosquitos transgénicos eran más fértiles y lograron sobrevivir durante mucho más tiempo que los no transgénicos. "Hasta ahora nadie había logrado demostrar que estos mosquitos transgénicos pueden tener una ventaja sobre los no transgénicos", aseguran los científicos.