Acompañado por un sexteto musical y un coro, pero sustentado principalmente en su voz, Sanz se ganó el apoyo incondicional del público, principalmente femenino, en un concierto de dos horas que, a decir de la gente, se hicieron cortas.

Comenzó con "El tren de los momentos" y culminó con "Te lo agradezco, pero no", canción que tuvo como invitada a la chilena Teresa Muñoz, que hizo las veces de la colombiana Shakira en la interpretación del tema.

Vestido de negro, bajo un impecable diseño de luces y el apoyo de pantallas gigantes, Sanz arrancó ovación tras ovación con temas como "Cuando nadie me ve", Donde convergemos" y "Enséñame tus manos".

Pero el ambiente se encendió aún más con los clásicos "Corazón partío", "No es lo mismo", "Amiga mía" y "Mi soledad y yo", a los que se unieron los más nuevos "La peleíta", "En la planta de tus pies", "A la primera persona" y "Te lo agradezco, pero no".

Tras cantar "El alma al aire", Sanz comenzó a despedirse y dijo "lo hemos pasado bien en Santiago", para recibir como respuesta un atronador y multitudinario griterío femenino pidiéndole que continuara la fiesta.

En ese momento, Alejandro Sanz tuvo la idea de dedicar "la última canción" a su amigo el ex futbolista chileno Iván Zamorano, que estaba sentado en primera fila.

El gesto de Sanz provocó un vuelco radical en el público y las ovaciones se transformaron en silbidos y gritos de repudio contra Zamorano, cuya popularidad se ha desplomado tras convertirse en el rostro publicitario del "Transantiago", el criticado nuevo sistema de transporte urbano de la capital chilena.

Al final, pudo más el cariño de la gente hacia el cantante, y el ambiente anterior volvió con la canción "Try to save your song", que fue acompañada por miles de palmas y coreada desde las gradas, como todas las anteriores.

Sanz hizo un bis sin la orquesta y, guitarra en mano, ofreció una bulería en la que lució sus dotes de cantaor, para después sentarse frente al piano y ofrecer "Lo ves".

"Son todos sueños, no es tanto misterio la vida", dijo Sanz después de "Te lo agradezco, pero no" junto a una nerviosa Teresa Muñoz, que había ganado un "casting" entre centenares de competidoras para tener la oportunidad de subir al escenario y hacer las veces de Shakira.

Vino entonces "No es lo mismo", como corolario del espectáculo, y Sanz se despidió definitivamente con una bandera chilena en la mano y un gorro de Chile sobre la cabeza.

Sanz comenzó su gira chilena el pasado día 14 en la norteña ciudad de Antofagasta, donde cantó ante 15.000 personas.

El próximo lunes comenzará la etapa argentina de su periplo en la ciudad de Córdoba, para seguir después en Rosario y Buenos Aires, donde se presentará el día 23 en el estadio del River Plate.

El domingo próximo estará en Montevideo y del 18 al 9 de abril ofrecerá varios conciertos en el Auditorio Nacional de México y en las ciudades de Guadalajara y Monterrey.