Un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global del cáncer entre un 30 y un 40 por ciento, es decir, entre 3 y 4 millones menos de casos al año". Así de rotunda se expresaba ayer en el Club Faro Yolanda Sanz, licenciada en Medicina y Cirugía y especialista en nutrición, y que ejerció como experta del programa "Soy lo que como" de la cadena televisiva Cuatro. La doctora, que citó un informe del Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer, subrayó que los alimentos vegetales reducen el riesgo de padecer dicha enfermedad.

La intervención de ayer, que fue presentada por la periodista de Faro Amaia Mauleón, aportó pautas para aprender a "comer sano para vivir feliz". Entre ellas, otorgar una importancia capital al desayuno, aumentar la ingesta de frutas y verduras -cinco raciones diarias, como aconseja la Organización Mundial de la Salud- reducir el consumo de sal a 6 gramos al día y "comer de todo un poco".

Yolanda Sanz comenzó apuntando que más de la mitad de la población española padece obesidad (un 14.5 por ciento de los adultos y un 13.9% de los niños y jóvenes) o sobrepeso (38.53 y 26.34%, respectivamente), y vinculó este hecho a la disminución del consumo de frutas y hortalizas.

"Hablar de obesidad es hablar de enfermedades cardiovasculares: hipertensión arterial, arterioesclerosis, angina, infarto de miocardio; y también de diabetes -explicó-; además, la incidencia de cáncer en los obesos aumenta en torno a un 16 por ciento".

Se detuvo en razonar la importancia de la primera comida del día, ya que "el cerebro se alimenta de glucosa y ese aumento de glucosa por la mañana produce un mejor funcionamiento cerebral, nos mejora el humor y nos ayuda a controlar nuestro peso".

Yolanda Sanz resaltó también los beneficios de los ácidos grasos esenciales, como el Omega-3 -presente en las nueces, los aceites de soja y los pescados azules-, ya que, además de disminuir los triglicéridos y aumentar el llamado "colesterol bueno" (HDL) "resultan fundamentales en el desarrollo de la retina y del cerebro del feto. Se están utilizando con éxito en el tratamiento de la depresión y de ciertos tipos de autismo", apuntó.