Yolanda Sanz, que ha estudiado medicina tradicional china, homeopatía y nutrición energética, introdujo en su exposición nociones de sabiduría oriental y estudios científicos relacionados con la energía del cuerpo humano, como el del doctor H.S. Burr, quien demostró que las plantas, los animales y los seres humanos poseen un campo de fuerza electromagnética. En relación a estas conclusiones, la doctora destacó que "podemos calentarnos o enfriarnos en función de lo que comamos".

Así, los alimentos "calientes" proporcionan calor adicional y favorecen los procesos metabólicos. En cambio, en un ambiente frío la vida disminuye su ritmo -como ocurre con la hibernación-, y por ello "los alimentos fríos tienen un metabolismo más lento, pero son imprescindibles porque nos ayudan a contrarrestar el exceso de calor interior".

Mostró una tabla de "alimentos que enfrían y alimentos que calientan". Entre los primeros, los zumos de frutas, las infusiones, los zumos de verduras, el café y el té, el azúcar, las especias y las frutas. Los segundos incluyen las aves, las carnes rojas, los huevos, la salsa de soja y la sal.

La doctora aconsejó consumir en mayor abundancia los alimentos intermedios en dicha tabla, como las verduras, las patatas, las zanahorias, los frutos secos, los pescados, las legumbres y los cereales.