El protagonista del insólito episodio, según relata hoy el diario Las Ultimas Noticias, es Patricio González, quien durante 30 años ejerció como director de la escuela rural de "Lo Rojas", un villorrio de 400 habitantes del municipio de La Cruz, a unos 100 kilómetros al norte de Santiago.

El año pasado, el mal tiempo provocó la caída de un puente que dejó aislados a los habitantes de Lo Rojas y González encabezó los reclamos de los vecinos para la reconstrucción del viaducto a la alcaldesa, Maite Larrondo.

La respuesta de la autoridad municipal fue ordenar el traslado del maestro al colegio Leonardo Da Vinci, donde debió comenzar a trabajar este mes.

Pero el pasado día 5, cuando debía presentarse a su nuevo puesto de trabajo, la alcaldesa le comunicó que tenía un nuevo destino: una mesa y una silla en la Dirección de Educación Municipal.

Cuando González le preguntó a Larrondo cuál sería su trabajo, ella le respondió: "mire a la muralla".

Obediente, González giró su escritorio y desde entonces su jornada de trabajo transcurre con la pared como único horizonte, según muestra una foto publicada por el matutino, en la que aparece como un alumno revoltoso que ha sido castigado.

"Me siento pisoteado en lo profesional. La alcaldesa sólo me dijo que mirara la muralla, así que en eso estoy", añadió el maestro, muy querido y respetado en la zona.

"Al parecer, la alcaldesa no quiere que yo la moleste", añadió el maestro, que además denunció haber recibido amenazas por teléfono.

Los concejales de La Cruz apoyan al profesor y acusan a la alcaldesa, miembro de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), de autoritarismo, intolerancia y venganza, por lo que le han exigido que acabe con el castigo al viejo enseñante.

En el caso intervino el diputado de la zona, Marco Enríquez Ominami, quien definió la situación como "un caso estrambótico" que debe tener una solución rápida.