Su abogado, Ignacio Fernández, explicó a Europa Press que ella pidió que sus cenizas fueran trasladadas a San Sebastián, por lo que será ese el lugar en el que éstas sean esparcidas por el Cantábrico, a pesar de que un amigo ayer indicó que su deseo era que viajaran a Pontevedra.

Los allegados a Inmaculada le despidieron ayer en un responso íntimo, celebrado por el religioso que ella misma designó. Su cadáver permaneció durante toda la jornada en una sala del tanatorio completamente cerrada.