La muerte de Inmaculada Echevarría ha reavivado el debate sobre el derecho de un enfermo a cesar su vida. Desde la Asociación Dereito a Morrer Dignamente recalcan que el caso de la andaluza "no tiene relación con la eutanasia" y que quienes lo hacen ver así "sólo confunden a la población".

- ¿Por qué el caso Echevarría no es eutanasia?

- Ella no quería vivir en esas circunstancias y se acogió a la ley de voluntades anticipadas. Es un caso tremendamente claro para ver las diferencias entre una cosa y otra. En la eutanasia, se precisa ayuda directa de otros para morir.

- Sin embargo, especialistas califican la retirada del respirador de "eutanasia pura y dura".

- Hay un deseo muy grande de confundir a la población, a la gente que puede tener ideas confusas. Otras personas con maldad utilizan el caso Echevarría como caballo de batalla para ir contra la eutanasia. Es un trabajo muy sucio. Esto no tiene nada que ver con la eutanasia. Hay un documento legalizado por el que una persona puede renunciar al tratamiento, a la alimentación, a tomar una aspirina... Puede negarse al tratamiento de quimioterapia... Es la libertad del paciente y la ley le da ese derecho. En el caso de Inmaculada, suena un poco más fuerte porque renuncia a un respirador pero eso era lo que quería: renunciar a un tratamiento terapéutico.

- Usted se sumó a la Asociación Dereito a Morrer Dignamente en 1987, casi desde la fundación del colectivo. ¿Se ha avanzado en la consecución de la eutanasia como derecho?

- En absoluto, nuestros políticos no tienen ganas de afrontar determinados temas. En todas partes hay personas que reclaman ese derecho. La sociedad española está preparada; los políticos, no. Es un tema que no quieren afrontar. Aquí hay una dejadez absoluta, legal y política. Ya es hora de que los políticos tomen una decisión. Por lo demás, se está de acuerdo en que es una libertad en la que cada cual elige y ese derecho tiene que recogerlo la legislación española. Como siempre, la ciudadanía irá por delante de las decisiones que tomen los políticos.