Parece ciencia ficción o el argumento de una película catastrofista de Hollywood, pero no lo es. Un asteroide de unos 250 metros de diámetro pasará muy cerca de la Tierra en 2029 y siete años después podría impactar causando un "enorme tsunami, infinitamente más grande que el de Indonesia". Así lo advirtió ayer el astronauta español Pedro Duque, que afirmó que una empresa española puede asumir la misión de desviar su trayectoria y salvar así a la humanidad de las terribles consecuencias de este impacto.

Duque, que participó en un coloquio sobre "Defensa, motor del I+D" junto con el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aseguró que la empresa Deimos Imaging, para la que trabaja como director general, ha presentado ante la Agencia Espacial Europea (ESA) la misión "Don Quijote", uno de los varios proyectos para desviar ese gran asteroide, bautizado como "Apophis".

El astronauta explicó que ese asteroide en un primer momento, en 2029, se situará en la órbita terrestre, donde probablemente destruirá muchos de los satélites de comunicaciones en funcionamiento. Agregó que, aunque no se espera, es posible que caiga sobre la Tierra siete años después y, si así fuera, provocaría un "inmenso tsunami, infinitamente más grande que el que afectó a Indonesia" en diciembre de 2004, en el que murieron más de 226.000 personas de varios países bañados por el Océano Índico.

"Don Quijote" es una misión que busca defender a la Tierra del impacto de asteroides desviándolos mediante la acción de dos satélites, denominados Sancho y Don Quijote. La empresa española compite entre varios equipos que optan a la concesión definitiva del proyecto, que se fallará dentro de un año.

Por su parte, el ministro de Defensa manifestó el compromiso del Gobierno con la I+D+I y la investigación espacial.

Más de mil agujeros negros

Por otra parte, investigadores del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA han capturado una imagen de más de un millar de agujeros negros supermasivos. Estos resultados, hechos públicos por la institución espacial, proporcionan a los astrónomos la posibilidad de observar un periodo crucial en el que estos grandes agujeros negros se encuentran en crecimiento y proporcionan información sobre el entorno en el que se producen.

Los agujeros negros de la imagen, lograda con datos del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, el Telescopio Espacial Spitzer y telescopios ópticos situados en tierra, son entre cientos de millones y miles de millones más masivos que el Sol.