María Inmaculada Paz Andrade fue la primera mujer que fue nombrada Research Fellow (el equivalente a catedrático en nuestro país) en Manchester, además de ser la primera profesora adjunta de física en la Universidade de Santiago. María Tarsy Carballas tiene en su haber más de 230 publicaciones y coordinó más de 30 proyectos. Josefina Ling es una de las consejeras científicas de la Comisión de Estrellas Dobles de la Sociedad Astronómica de Francia...

Y así hasta nueve, incluyendo a la jefa del Servicio de Oftamologoía del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), Carmela Capéans, que no pudo asistir al acto; la jefa del Servicio de Radioterapia del CHUS, María del Carmen Porto Vázquez; la directora del Servicio de Genética Forense del Instituto Universitario de Medicina Legal, María Victoria Lareu; la que fue la primera mujer directora de un instituto del CSIC en Galicia, Mary Cruz Mato; la directora del Centro Galego de Reproducción Zygos, María Graña, y la directora del Instituto de Farmacia Industrial de la Universidade de Santiago, María Isabel Cadavid.

Nueve mujeres de la ciencia gallega, sobre todo del área empírica, que fueron homenajeadas ayer en Santiago por el Ayuntamiento de la ciudad en el Hostal dos Reis Católicos dentro de los actos dedicados a celebrar, no sólo el día, sino ya a la mujer trabajadora en general.

Las elegidas no destacan sólo por ser científicas, sino también en algunos casos, porque también pudieron ser madres. Porque "ya nadie pone en duda", como dicen Graña o Cadavid, "el papel de la mujer en la ciencia" y su valía, pero aún, como matizan, es complicado conciliar vida familiar y profesión.

María Graña lo solventó teniendo a sus cuatro hijos mientras estudiaba, primero Matemáticas, y luego Medicina. Esperó, como ella explica, a que estuvieran "criados" para dedicarse "un poco más a la carrera docente" y "crear" su "propio equipo de trabajo". "Hoy ya no se cuestiona la capacidad científica de la mujer", afirma, aunque le preocupa que las mujeres aplacen tener hijos hasta tener su carrera, algo que, dice, implica más problemas de esterilidad. A su juicio, y además de "medidas políticas especiales" para fomentar la conciliación, es necesario, "compartir por parte de los miembros de la familia trabajos y responsabilidades".

Cadavid, que trabaja en la investigación de medicamentos, se ve representando a "muchas mujeres que lo hacen muy bien". Cadavid confiesa que siempre se ocupó de su carrera, pero que le pudo dedicarle "más tiempo" cuando sus tres hijos crecieron. Compatabilizar "es difícil", afirma, "pero se puede hacer".