El escritor republicano e inventor gallego Alejandro Campos Ramírez (Finisterre, 1919) falleció anteayer en y está previsto que hoy por laZamora, donde su cuerpo fue incinerado ayer. Conocido por el pseudónimo de Finisterre, fue el inventor del futbolín. Además, fue albacea de la obra del poeta de Tábara León Felipe y se encargó de vender al Ayuntamiento de Zamora el legado que se conserva para su estudio en el Archivo Histórico Provincial de Zamora.

Alejandro Campos vivió en Finisterre hasta que se trasladó con cinco años a A Coruña. A los 15 se fue a estudiar el bachillerato a Madrid. Una vez allí, la zapatería de su padre quebró y no pudo pagar los estudios. Por ese motivo el director de la escuela le puso a trabajar corrigiendo los trabajos de los más pequeños para permitirle seguir en la escuela. También estuvo empleado como peón de construcción y en una imprenta. Fue en Madrid donde editó, junto con Rafael Sánchez Ortega, el periódico Paso a la juventud.

Durante su recuperación en Montserrat tras el bombardeo, donde vio que muchos niños heridos no podían jugar al fútbol, ideó el futbolín inspirándose en el tenis de mesa. Encargó a su amigo Francisco Javier Altuna, carpintero vasco, la fabricación del primer futbolín según sus instrucciones.