La escultura robada, que representa a un senador romano y que está valorada en 160.000 euros, desapareció una noche del parque público previsiblemente en el marco de una operación delictiva perfectamente planificada, ya que la pieza pesa una tonelada, según ha informado la policía.

Hasta el año pasado, la escultura pertenecía a un anticuario barcelonés que en diciembre de 2004 presentó ante la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura una solicitud para transportarla a México.

La Brigada de Investigación del Patrimonio Histórico examinó la solicitud y remitió, a través de la Interpol, una fotografía de la escultura al Commando Carabinieri Tutela Patrimonio Culturale de Roma, cuyos especialistas informaron de su sustracción.

La policía italiana solicitó a la Brigada de Investigación de Patrimonio Histórico que interviniera la escultura para su restitución y el magistrado del juzgado número 11 de Barcelona aprobó la devolución de la pieza a las autoridades italianas.

Tras intervenir la escultura y depositarla en el Museo de Arqueología de Cataluña, la policía interrogó al propietario, que aseguró haberla comprado "de buena fe" a otro anticuario catalán que ya había fallecido.

Los investigadores no han podido seguir esta línea de investigación para identificar a los ladrones, pero el caso sigue abierto.

El jefe superior de Policía de Cataluña y la directora del Museo Arqueológico han devuelto hoy la escultura al cónsul italiano, Roberto Natali, y a dos altos funcionarios del Commando Carabinieri Tutela Patrimonio Culturale, y tras el acto protocolario la pieza ha iniciado su viaje de retorno.