Incluida en la colección "España en armas", de la editorial sevillana Espuela de Plata, el libro se publicó en francés, por el exilio en Suiza de la que fue diputada republicana, y se perdió el original en español, por lo que esta obra que ahora se publica es la traducción de una traducción.

Campeona del feminismo, Clara Campoamor (1888-1971) logró, contra la opinión de su propio partido y de la socialista Victoria Kent, que las Cortes Constituyentes de la II República aprobaran el sufragio femenino, y en el otoño de 1936 huyó del Madrid republicano para instalarse en Suiza, donde murió tras vivir también en Argentina y ocasionalmente en París, sin ver cumplido su deseo de regresar a España.

Luis Español Bouché considera este testimonio de Campoamor como "la más antigua fuente editada sobre los primeros meses de nuestra guerra en el bando republicano", ya que el cuerpo principal del texto está fechado en noviembre de 1936 y el apéndice fue publicado en prensa en 1937.

La obra es, según su traductor, la de "una republicana independiente que subraya las atrocidades que se vivieron en Madrid en el trágico verano del 36", pero también es un libro que pretende "mucho más que ofrecer un testimonio del Madrid bajo el terror revolucionario", ya que incluye un análisis histórico de la II República y profetiza cuál sería la evolución de España tras la guerra.

Al explicar por qué huyó de Madrid en septiembre de 1936, Campoamor escribe que "la anarquía que reinaba en la capital ante la impotencia del gobierno y la absoluta falta de seguridad personal, incluso para los liberales --o quizás sobre todo para ellos-- me impusieron esa prudente medida".

Y añade que "si la gran simpatía que uno siente siempre por quienes se defienden puede ir hasta explicar los errores populares, se niega en llegar hasta el sacrificio oscuro e inútil de la propia vida".

"Se sabe también que los autores de los excesos, o los que han tolerado que se cometan, siempre encuentran excusas aunque sólo consistan en pretender que hay que juzgar las revoluciones en su conjunto y no en sus detalles, por elocuentes que sean. ­Y yo no quería ser uno de esos detalles sacrificados inútilmente!", añade Campoamor con amarga ironía.

Después de este libro, Campoamor no volvió a escribir acerca de asuntos políticos sino que para sobrevivir se limitó a colaborar con algún bufete de abogados argentino y publicar traducciones de obras francesas y ensayos literarios.

Bouché cuenta en el prólogo del libro las vicisitudes de su traducción hasta ser por fin publicada, ya que en primer término la ofreció a la Asociación Clara Campoamor, que no disponía de fondos para editarla, y posteriormente envió copia a los centros que consideró interesados en el LXX aniversario del voto femenino en España.

Pero, según relata, "ninguno de los centros especializados en la condición de la mujer y los derechos humanos y ninguna de las profesionales del feminismo mercenario" a las que se lo remitió "se dignaron" acusar recibo del obsequio.