Aiko, más cerca del trono
Juan Antonio Sanz / TOKIO
El Japón del siglo XXI podría ver a una emperatriz sentada en el Trono del Crisantemo, después de que el comité del Gobierno sobre asuntos de sucesión se inclinara ayer a favor de que las mujeres hereden la monarquía más antigua del mundo. Tras conocerse que el citado comité respalda un cambio legal que permita el ascenso de las mujeres al trono imperial, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, anunció que la reforma de la ley sálica nipona podría producirse en 2006, después de que el Ejecutivo presente la enmienda legislativa al Parlamento.
Una vez que el Gobierno consiga la reforma, gracias a la mayoría absoluta oficialista en la Cámara Baja, Aiko, de tres años y única hija de los príncipes herederos de Japón, Naruhito y Masako, podría convertirse en su sucesora y sentarse, con el tiempo, en el mítico trono nipón.
Según la Ley de la Casa Imperial, que se remonta a 1947 cuando Japón estaba ocupado por Estados Unidos, sólo los hijos varones del emperador pueden acceder al trono, por lo que en estos momentos ni Aiko ni sus descendientes pueden aspirar a ser herederos.
El emperador de Japón, Akihito, de 71 años, tiene de momento garantizada su sucesión en Naruhito, su primogénito. Sin embargo, Naruhito, de 44 años, y Masako, de 41, son padres sólo de Aiko, pese a la presión que existe sobre la princesa heredera para que traiga al mundo a un varón.
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