Un grupo de investigadores de la Universidad de Santiago (USC), coordinados por la catedrática María José Alonso, han recibido financiación de la Fundación Bill and Melinda Gates para desarrollar una vacuna para la hepatitis B que no precise inyección y cuyas patentes se facilitarán a los países del tercer mundo.

La iniciativa se publicó en la revista "Science", donde la Fundación indicaba las prioridades para el tercer mundo en sanidad, con especial énfasis en mejorar la alimentación, desarrollo de nuevas vacunas o nuevas formas para administración, como la ausencia de inyección, vacunas más estables o que no precisen refrigeración.

El equipo gallego presentó una de las más de 1.000 propuestas de las que se escogieron 43, sólo una española, que planteaba la utilización de nanopartículas como portadoras del antígeno de la hepatitis B para introducirlos en el sistema inmune a través de la mucosa nasal.

La hepatitis B es una de las causas principales del cáncer de hígado y un tercio de la población mundial, 2.000 millones de personas, se infectan a lo largo de la vida.

Por ello, la coordinadora del proyecto, María José Alonso, destaca la importancia de que, si se llega a un producto final, que ha de estar patentado, las licencias se cederán gratuitamente al tercer mundo y se transferirá toda la información, de forma que, en la medida de lo posible, incluso se pueda fabricar allí.