Los niños tienen claro su futuro profesional, unos deseos muy marcados por la actualidad y los personajes de moda que han quedado reflejados en una encuesta realizada por Adecco. Así, el 21 por ciento de los niños españoles quieren ser futbolistas cuando sean mayores, profesión favorita de los pequeños seguida por la de policía, piloto de fórmula 1 y bombero, mientras que las profesiones que más triunfan entre las niñas son la de profesora, con un 24 por ciento, la de veterinaria (15 por ciento), y la de médico (8 por ciento).

"La profesión más deseada por parte de las niñas es sin duda la enseñanza, que está directamente relacionada con la benevolencia, con la ayuda a los demás, siguiendo además un modelo claramente significativo en su vida cotidiana que les aporta bienestar; mientras que los niños han optado por el reconocimiento: ser futbolista supone ser admirado por los demás e implica un renombrado reconocimiento por parte de la sociedad", expone la psicóloga Beatriz Becerro de Bengoa.

Fuera de la tónica general, también hay niños que quieren ser lo que sus padres, mientras que a otros les encantaría ser trapecista, actor de efectos especiales, paleontólogo, pintor o criminalista. Por su puesto, también se encuentran casos propios de la sociedad actual como modelos, cantantes y actores, que se codean con informáticos de juegos de ordenador, chefs de cocina y decoradoras.

Los niños españoles se muestran aún más seguros cuando exponen sus prioridades entre el trabajo y la familia. En la encuesta, hecha a 300 niños de entre 6 y 14 años, el 80 por ciento contesta que prefieren pasar más tiempo con su familia que ganar mucho dinero. Entre las niñas, sólo un cinco por ciento antepone un sueldo opulento por encima de su familia, mientras que entre los niños lo hacen un siete por ciento.

"Los niños no se debaten entre el dilema trabajo o familia porque para ellos la independencia no es un valor prioritario, a pesar de lo que aparenten, y sí que lo es pasar tiempo con su familia, ya que la mayoría de los niños hoy por hoy no tienen oportunidad de estar con sus madres y menos aún con sus padres", expone Becerro de Bengoa.