Posee el encanto y la sensibilidad artística dignos de sus genes napolitanos y la elegancia y organización inglesas, donde creció y se formó como historiador de arte. Gabriele Finaldi (Londres, 1965) es desde 2002 director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado y ayer acudió a la sede viguesa de la Fundación Barrié de la Maza para ofrecer una conferencia sobre la pintura italiana del siglo XVII.

- Desde que está en el cargo, ¿qué línea sigue el Prado respecto a la conservación y restauración de sus obras?

- Ahora es un momento bello para las colecciones del museo por varias razones: la primera, la ampliación. El gran ganador es no sólo el público, sino también la colección ya que hemos creado nuevos talleres de restauración y un gabinete de dibujos y estampas. La ampliación nos permite además tener nuevos espacios para exposiciones y mostrar nuestros propios fondos, lo que implica su restauración, enmarcación y estudio.

- De la colección del Prado, ¿cuántas piezas se exponen y cuántas permanecen ocultas?

- El Prado posee 8.000 cuadros, de los que en el museo están expuestos unos 1.200. Además, hay 3.500 repartidos por toda la geografía española. Gracias a la ampliación tenemos almacenes que nos permiten conservar bien las obras y, sobre todo, tenerlas accesibles, ya que hasta ahora muchas permanecían guardadas en galerías de arte. La ampliación permitirá recuperar en los próximos años unas 25 salas, que hasta ahora eran para otros servicios, y mostrar unas 400 obras más.

- Antes de llegar al Prado fue conservador de la National Gallery de Londres. ¿La filosofía de trabajo es la misma?

- Sí, lo que es distinto es el volumen de trabajo; el Prado posee una colección mucho más grande y no hay que traer mucha obra de fuera para hacer las propias exposiciones. Pero todos los grandes museos intentamos trabajar en las mismas líneas: investigamos nuestras colecciones, mantenemos una vocación educativa y tenemos la obligación de colaborar con otras instituciones. También prestamos obras de nuestra colección para que sean disfrutadas en otras ciudades.

- El préstamo de obras a veces está envuelto en la polémica.

- Soy partidario del préstamo a exposiciones de peso, porque nos permiten conocer mejor la carrera de un artista. Hay obras que no pueden viajar por razones de conservación o porque son demasiado importantes, pero hay un amplio grupo que, con gran cuidado, se pueden prestar. Además, nosotros también recibimos. Buena parte de la investigación científica en la historia del arte se hace a través de las exposiciones.

- Entre los nuevos descubrimientos de los fondos del Prado está la pintura italiana del siglo XVII, de la que habló en Vigo.

- Esta etapa se ha estudiado poco en el museo. Hemos ido descubriendo obras que se consideraban hasta ahora anóminas. Últimamente hemos hecho varios descubrimientos como un cuadro de Pietro de la Cortona, el gran inventor del barroco italiano, que es una adoración de los pastores pintado sobre piedra.

- La proliferación de museos de arte contemporáneo, ¿afecta a los grandes museos?

- Habrá que ver si en el futuro podemos mantener tanta actividad y tantas instituciones. Pero el movimiento cultural beneficia al Museo del Prado porque es un referente para todo artista y muchos contemporáneos lo tienen como fuente de inspiración.

- ¿Cómo se vive en un museo como el Prado el robo millonario de pinturas impresionistas esta semana en Zurich?

- Un robo en un museo es preocupante y nos hace estar más atentos en temas de seguridad. Nosotros tenemos medidas muy desarrolladas para proteger la colección, pero no se puede bajar nunca la guardia.