Con motivo de la presentación de "El desenterrador de vivos", editado por Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores y que incluye quince nuevos poemas y 33 aerolitos inéditos, este poeta, que vive en Francia desde 1952, estuvo en Madrid para presentar su libro, y con la misma franqueza, disidencia y vitalidad de siempre -él se considera un trágico feliz-, señaló a Efe que "la poesía tiene que respirar humanidad no literatura".

"Eso de lo poetas es un mote, como la rosa se llama rosa, los poetas tienen que dar humanidad. Dar cuenta de la vida vivida. A mí no me interesa la fama, el ego, sino un mundo más inferior, mas bueno. Buscar la felicidad, apreciar lo bueno", matizó este poeta, creador del ´postismo´ en 1951, un movimiento avanzado y de vanguardia, que no fue muy entendido en España y cuya incomprensión hizo que el autor se exiliara.

Ory, también alertó de que hoy hay mucha vanidad y mucha mentira en la poesía. "Yo leo a poetas jóvenes y me gustan algunos mucho, pero creo que la poesía pertenece a la madurez, porque la poesía es aburrida. Hay que leer a los clásicos y es dura y como decía Rilke, primero hay que vivir, experimentar, amar, conocer, para después poder posarlo todo.

En este multi libro, "El desenterrador de vivos", que incluye un disco CD, un documental en DVD realizado por Alvaro Forqué, dibujos, textos y collages, Ory ha contado con la colaboración de Francisco Nieva y de los cantautores Luis Eduardo Aute y el jerezano Fernando Polavieja, quienes interpretan poemas del autor gaditano.

Así, para Luis Eduardo Aute, amigo y admirador del poeta, desde 1960, por sentirse absolutamente identificado "con su mundo creativo", realizar este "maravilloso trabajo ha sido fácil porque los poemas seleccionados son los que me hubiera gustado escribir a mí".

"La física nuclear no me sirve para comprender porque lloro por amor", así comienza el primer poema que canta Aute en el libro, y uno de sus favoritos, según comentó.

Francisco Nieva define al poeta en el prólogo del libro como "enviado alienígena" y es que Ory, que vive retirado en el campo, cerca de París, con su mujer Laure Láchéroy, que ha realizado también la cubierta del libro, es una de las voces más disidentes del panorama cultural y social.

"Veo el mundo un poco mal. Mira ahora en Francia, con Sarkozy que es como el PP, no es muy halagüeño la verdad y encima utiliza esa palabra que detesto ´orgullo´, que yo siempre digo que debería escribirse con y, de yo".

Para el autor del aerolito "el lobo es un hombre para el lobo", las palabras "mágicas" que hacen falta hoy son: "amor y comprensión", y "no ese odio que existe alimentado por prejuicios y culpas. El mundo tiene que acercar sensibilidades. El futuro está en la sensibilidad y en la cultura, en la poesía, a ver si se da cuenta ya, esa absurda mayoría".

El autor de "Música de Lobo" participará mañana en una lectura poética en el Palacio Real, junto a Antonio Gamoneda y María Victoria Atienza.