"El maltrato provoca la desintegración psicológica de la mujer", señaló ayer en el Club FARO Carmen Clavería, psicóloga clínica y experta en violencia de género. "Las víctimas presentan un trastorno de estrés postraumático -añadió-, tienen afectado el cerebro, el psiquismo, la afectividad y todas sus relaciones sociales", dijo.
Esta fue una de las conclusiones que se expusieron en la charla-coloquio titulada "Hay salida a la violencia de género", en la que participaron, además de Carmen Clavería, la catedrática de Filosofía Mercedes Oliveira, profesora en el IES Alexandre Bóveda; y Rosa Fontaíña, coordinadora y portavoz de la Rede de Mulleres contra os Malos Tratos.
El periodista José Luis Barreiro, que ejerció como presentador del acto, mostró algunos datos como introducción a la charla, celebrada con motivo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, que se conmemoró el pasado miércoles. Según las estadísticas, 2.400 mujeres han sido asesinadas en España desde 1985, y un 24.2 por ciento de las mayores de 16 años residentes en España han sufrido este tipo de violencia. Sin embargo, un 40% de las víctimas no se identifican a sí mismas como tales.
Estadísticas viguesas
Este año han sido asesinadas en España 48 mujeres y 8 hijos. En lo que respecta a Vigo, hay unas 300 mujeres bajo protección y alrededor de 900 casos en los juzgados. El Centro Municipal de Información de los Derechos de la Mujer (CIM) ha atendido a 1.400 mujeres. Las menores de 25 años son las más afectadas por esta lacra.
Por su parte, la catedrática de Filosofía Mercedes Oliveira apuntó un dato estadístico realmente llamativo: según un estudio, una de cada tres mujeres en una sala de espera de atención primaria son víctimas del maltrato.
Carmen Clavería insistió en la importancia de un "enfoque global" del problema. "Si entendemos lo que sucede dentro del vínculo entre el hombre y la mujer entenderemos las secuelas que presentan ellas".
La psicóloga dirige talleres de sensibilización y concienciación, así como encuentros terapéuticos de mujeres organizados por la Rede De Mulleres contra os Malos Tratos, un colectivo cuyo objetivo principal es la asistencia y el acompañamiento a las víctimas. La coordinadora de esta organización, Rosa Fontaíña, explicó que la Rede ayuda a las mujeres en los trámites legales y les acompaña a los puntos de encuentro y a otros lugares. "A veces ayudamos a las mujeres a coger el ascensor", destacó.
La Rede fomenta la conciencia social y la manifestación pública. La semana pasada participó en una jornada en el Parlamento Europeo.
Respecto a la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (2004), Rosa Fontaíña apuntó que, aunque supuso una mejora, "no recoge todo" lo que debería incluir. "Deben recogerse todos los asesinatos: los de prostitutas, suegras y cuñadas son también crímenes machistas", dijo.
Otra laguna que denunció en la aplicación de la ley actual es que no se cumple el derecho de las mujeres "a entender y ser entendidas", porque muchas veces "no entienden el lenguaje jurídico". Tampoco se aplica, dijo, el derecho a ser asistidas por abogados de oficio, ni se evita la "victimización secundaria".
Y denunció el hecho de que no se respete, a su juicio, la confidencialidad de los denunciantes, lo que hace que muchos de ellos desistan y no avisen a la Policía o al 016. "En estos últimos asesinatos en Vigo todos sabían que había habido maltrato", aseguró.
Recortes
En otro momento de la charla, Rosa Fontaíña denunció que se ha acabado el presupuesto de este año destinado a la concesión de ayudas a las víctimas de violencia de género, y que en el periodo 2008-2015 se ha recortado el 26 por ciento del presupuesto destinado a campañas contra la violencia de género.
Además, la coordinadora y portavoz de la Rede De Molleres contra os Malos Tratos aportó a la charla el dato de que, en España, el 80 por ciento de los maltratadores no pagan la pensión que les corresponde a sus hijos.
También Mercedes Oliveira fue muy crítica con las últimas medidas legislativas. Lamentó que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) "se cargó la asignatura de Eduación para la Ciudadanía", que era el único espacio en el que el profesorado podía impartir contenidos educativos sobre la igualdad.
