La colisión de un vehículo provocó ayer el desplome del histórico cruceiro do Acordo de Gondomar, ubicado en la parroquia de Mañufe. Se trata de un monumento religioso cuya fecha de construcción sitúan los expertos en la Edad Moderna, entre los siglos XVI y XVIII, y debe su nombre al lugar donde se sitúa: un punto estratégico en el que se reunían los dirigentes territoriales de la comarca del Val Miñor para resolver conflictos administrativos, fundamentalmente de lindes.

El accidente se produjo en torno a las diez de la mañana. Un conductor vecino de Lugo, que viajaba por la Avenida de Portugal en dirección a Gondomar, embistió el cruceiro al realizar el giro para incorporarse a Mañufe. El hombre resultó ileso y su turismo, un Peugeot 308, apenas registró daños, dado que impactó con la parte baja del frontal en el pedestal del monumento. Aunque abandonó inicialmente el lugar, fue localizado poco después por la Policía Local de Gondomar tras recibir la alerta de un vecino sobre lo ocurrido.

El golpe hizo perder la estabilidad del conjunto, por lo que se cayeron la cruz, el capitel labrado y la propia columna del cruceiro, octogonal y rodeada por una serpiente pétrea. Solo quedó en pie el peto de ánimas que completa la pieza de cantería.

Operarios del departamento municipal de Vías y Obras recogieron los trozos. Colocaron el pilar en su lugar y se llevaron la parte superior, más deteriorada tras el siniestro. No es la primera vez que el cruceiro sufre un incidente de tráfico. Hace años tuvo que ser restaurado por un choque similar.