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Marina: "Si la educación saliese como un problema en el CIS, los políticos correrían para arreglarlo"

"Tenemos que evitar perder el tren de la educación para no ser el bar de copas de Europa", indicó - El sistema podría transformarse en un lustro modificando cinco puntos, asegura el pedagogo

El filósofo José Antonio Marina, con el catedrático de Derecho Civil Domingo Bello Janeiro. // J. Lores

"La escuela se transforma cambiando el aula, no las leyes", aseguró ayer en el abarrotado auditorio del Club FARO el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, que aseveró que "lo importante no es enseñar, sino lograr que los alumnos aprendan". Aún así, Marina se lamentó de que la Educación "importa solo a los padres de niños en edad escolar". "A nadie le interesa la Educación, porque en las encuestas del CIS nunca aparece entre las principales preocupaciones; si no, los políticos correrían a arreglarlo", valoró el investigador.

El experto al que el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo encargó el "Libro blanco de la profesión docente", abrió recientemente un gran debate entre la comunidad educativa con su conjunto de propuestas para mejorar la profesión docente. Marina considera que una parte de la retribución del profesorado debe vincularse a la calidad de su tarea y a los resultados del centro. Con la curiosidad como de telón de fondo, Marina ofreció una charla-coloquio de noventa minutos, en la que adelantó cinco cambios que permitirían transformar la educación en España en solo 5 años. También desgranó su polémica propuesta de cómo evaluar a los profesores y avanzó una "reforma necesaria de la titulación", que incluiría una especie de "MIR" para el docente. El pedagogo fue presentado por el catedrático de Derecho Civil Domingo Bello Janeiro, que acaba de ingresar en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, según aplaudió José Antonio Marina en el centro social Afundación.

VÍDEO | La polémica de la evaluación del profesorado de José Antonio Marina. / Ángel Vila

El experto llamó a la positividad en el discurso educativo: "El niño entra en la escuela queriendo saber y sale queriendo aprobar", ejemplificó. En opinión de Marina, "todo alumno debería sentir la sensación de éxito; sentir que ha sido capaz" y ese logro es, en gran parte, el objetivo del profesor. Ahí es cuando el alumno, "traga el anzuelo educativo" y desea proseguir. Marina relató varios casos reales que confirman ese modelo.

Precisamente, Marina marca en su libro "Despertad al diplodocus" una hoja de ruta para que la escuela española -y la sociedad- se convierta en una institución de alta calidad, en solo un lustro. "¡No podemos esperar más!", señala el filósofo en el texto, en el que convocó a una "conspiración educativa para conseguirlo". Asimismo, para la elaboración del Libro blanco dejó un foro en su web, abierto a comentarios de todo el gremio. Eso sí, aclaró que en España la Educación nunca puede bajar del 5% del PIB de inversión. "No podemos tener un sistema educativo de alto rendimiento por debajo del 5%". Lo tuvimos en 2009 y no lo supimos aprovechar", se lamentó el experto. "Nuestro sistema no es catastrófico, solo que está empantanado, pero hemos hecho muchas cosas bien", valoró en relación a la rápida integración de inmigrantes.

Pero "si no cogemos a tiempo el tren del aprendizaje, corremos el peligro de convertirnos en el bar de copas de Europa", advirtió tajante.

Y desgranó su propuesta para alcanzar en cinco años con el 5% del PIB, cinco objetivos: "Reducir el abandono escolar al 10% reclamado por la Unión Europea. En 2013, la tasa en España fue del 21,9% frente al 11,1% de la UE. El segundo es subir 35 puntos en la clasificación PISA (lo que situaría al nivel de Finlandia) y "acortar la distancia entre los mejores y los peores alumnos". Y por último, el filósofo alude a fomentar la adquisición de "las habilidades del siglo XXI".

Para lograrlo, Marina propone que se debe disminuir el ratio de alumnos por profesor, reducir al mínimo la cantidad de profesores interinos; hacer cambios en la inspección educativa (que pase de la burocracia a ofrecer asesoramiento); instalar una especie de MIR en Educación para formar a los profesores y también modificar el sistema de elegir a los directores. Es más, el experto avanzó que propondría dos tipos de inspección educativa: una de control y otra de asesoramiento.

VÍDEO | Las cinco medidas de José Antonio Marina para mejorar el sistema educativo español. / Ángel Vila

El título del libro de José Antonio Marina, "Despertad al diplodocus", alude a su nieto y también a una metáfora: "Nuestro sistema educativo es enorme y bello como un diplodocus, pero parece dormido".

"Llevamos decenios diciendo que debemos mejorar nuestro sistema educativo e intentándolo del modo más fácil y más inútil: cambiando las leyes. Según era de esperar, no ha progresado", reflexiona en su libro el experto. Por eso, según Marina, "cuando tenemos un diplodocus no podemos esperar a que se posicione el Gobierno". "La Educación es una tarea ética de todos; no podemos esperar un pacto de Estado", aseguró.

"Así pues, mi proyecto inicial era una especie de manual para despertar al diplodocus. Pero al estudiar los datos, las iniciativas triunfantes o fracasadas que se han emprendido aquí o en otros países, el entorno en que nos movemos, me encontré dentro de un fascinante mundo en ebullición y quiero que sientan la misma estimulante experiencia que yo siento. Por eso me gustaría eludir la aridez de la prosa didáctica, y adoptar los vivos registros de las novelas de aventuras o la emoción de las grandes exploraciones", explica el experto. Marina asegura que "estamos en el centro de una colosal revolución educativa que va más allá de la escuela y tiene en danza a todas las personas responsables y a todas las instituciones".

Con respecto a sus polémicas declaraciones sobre la evaluación de los profesores, Marina explica que "si no se distingue, los buenos se desaniman y no hacemos nada con los malos: metemos a todos en el mismo cajón". De ahí, apuntó la necesidad de evaluar la calidad docente. Y la pregunta más recurrida por el gremio, ¿cómo? también tuvo contestación. "Claro que sabemos evaluarlos", indicó el crítico social. "No se me ocurriría tal simplez como decir que el buen profesor es aquel que tiene alumnos con buenas notas". Por lo tanto, entre la forma de medir los méritos del docente, Marina enumeró: habrá que medir el progreso educativo del alumno, su evolución y observar al profesor dando clase. "Subir de un 1 a un 4 es una progresión mayor que lograr pasar del 9 al 10", explicó. También citó a la necesaria mejora de la relación entre los padres y los profesores, así como a quitar importancia al currículo del profesor y, sin embargo, destacar el 'portfolio'. Por último y entre las cuestiones a evaluar, Marina indicó que hay que involucrar a los profesores en al gestión del centro educativo. Y entre baremos habrá "criterios adaptados a la situación de cada centro".

VÍDEO | José Antonio Marina aclara cuál será el criterio de evaluación de los docentes. / Ángel Vila

A preguntas del interactivo público, el pedagogo aseguró que la formación -reglada- de los docentes "es desastrosa" en la actualidad. También avanzó Marina que en breve presentará su propuesta similar a un MIR para docentes; que será remunerado. "Primero se haría una selección de los profesores y, luego, pruebas en el aula", explicó. El experto tenía en mente que en unos diez o doce años, unos 200.000 profesores se jubilarán en España.

"Hay que cambiar de registro. La educación es la actividad creadora por antonomasia, porque ella creó la especie humana -que se define como la única especie que educa a sus crías- y ha de volver a ser el ámbito de la gran creatividad. "Únicamente por la educación el hombre llega a ser hombre", dijo el gran Kant. Cuando la educación se deprime, la humanidad se deprime también. Si la educación se olvidara, volveríamos al Pleistoceno", razona el experto.

"El niño necesita deberes, igual que el adolescente y el adulto"

  • En su conferencia, José Antonio Marina también tocó el espinoso asunto de los deberes extraescolares. En su opinión, son necesarios: "El niño necesita deberes, igual que el adolescente y que los tiene el adulto", indicó. Al mismo tiempo, Marina criticó la eliminación de los manuales del concepto de voluntad, que fue sustituido por el de motivación.En el terreno de los problemas actuales de TDAH (hiperactividad) entre el alumnado -que ya llega a un 12%-, el experto destacó la importancia del hábito de fijar la atención. También apuntó al 'test de las chuches', como se conoce el test de aplazamiento de la recompensa (Marshmallow Test) y que puede predecir el desarrollo y la evolución del pequeño, o hasta su inteligencia, en función de su capacidad de aplazar un placer -comer un pastel-."En cierto modo, la inteligencia se parece al póquer. Se nos reparten unos naipes: nacemos con una genética, con un carácter, unas habilidades... Pero en la vida, como en la escuela, gana el que mejor juega las cartas que tiene", comparó. Por eso -aseguró- "también hay posibilidades para los niños que tienen problemas", indicó positivamente. "El niño puede aprender a gestionar su propio cerebro". Y ahí, Marina se refirió a un denominador común: "Todos los niños del mundo a los tres años dicen lo mismo: 'Mamá, mira lo que hago' Y quieren decir que están aprendiendo y quieren ser valorados", indicó. "El período escolar no es el fin de nada, sino la preparación para otro tipo de educación continua", ejemplificó.De hecho, el filósofo dedicó su último libro a Aylan Kurdi, el niño que murió ahogado cuando su familia trataba de llegar a las costas de Turquía. Con su triste imagen presente, es un símbolo de lo que también falta por aprender: humanidad.

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