El sector ecológico crece en Galicia y cada vez hay más personas interesadas en consumir este tipo de alimentos obtenidos sin la utilización de productos químicos, pero también ropa y cosmética fabricados de una forma respetuosa con el medio ambiente.
BioCultura, la feria de productos ecológicos más importante de España, cerró ayer sus puertas en Madrid tras cuatro días de actividad con la presencia de veintidós empresas gallegas, casi el doble que en la anterior edición. Mayoritariamente se trata de empresas que trabajan en el universo de la alimentación ecológica, aunque no exclusivamente.
Las algas gallegas están muy presentes en BioCultura Madrid. Ya veteranas en la feria son Algamar y Porto-Muiños, que llevan varios años dando a conocer su variedad de algas comestibles. Por otro lado, La Espiral Verde promocionó este año su cosmética ecológica elaborada a partir de algas marinas, un subsector que no deja de crecer.
Hifa da Terra y Souto da Trabe llevaron a BioCultura la siempre sabrosa y nutritiva castaña gallega. Eso sí, en ecológico. Souto da Trabe también comercializa setas ecológicas.
The BioFactory, aunque ya ha pasado el verano, presentó por primera vez en la feria sus helados ecológicos de mil sabores orgánicos. Cada vez más, cuando el helado es "bio", resulta más recomendable consumirlo fuera de la estación estival.
También la ternera gallega tuvo su espacio en la feria con la presencia de Biocoop Ternera Ecológica, una carne que tiene muy poco que ver con la carne procesada, estresada y poco saludable de la que habló la OMS en un comunicado reciente sobre consumo de proteína animal y carcinogénesis.
Además de alimentación, entre las empresas gallegas presentes destacó Racataplán, que se dedica al textil orgánico. Es una de las casi 60 empresas que se beneficiarán del esfuerzo de BioCultura para promocionar este subsector a través de la plataforma Planeta Moda, que pretende promocionar el textil sostenible en el mercado ecológico español.
