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Charly Domínguez: "No se pueden escuchar nuestras canciones como si fueran el 'Bulería, bulería'"

El Auditorio Mar de Vigo cede su escenario al grupo, que agota las entradas para el sábado

Los Suaves, al completo, llegan a Vigo este fin de semana. Charly, primero por la izquierda.

Este sábado, a partir de las 19.00 horas, el Auditorio Mar de Vigo se abre al rock.Costas, Motores y Tregua actuarán con Los Suaves, grupo que hasta el próximo año estará inmerso en su gira de despedida que prometen no alargar más allá de 2017. El bajista del grupo, Charly Domínguez, pone voz a la banda en una conversación cordial como si fuese un conocido de toda la vida.

-Llegan con las entradas agotadas. Es una pena que se haya cambiado el Estadio de Balaidos por el hall del Auditorio Mar de Vigo.

- Estamos contentos y orgullosos de que se agotaran las entradas. Demuestra que nuestra gente siempre está con nosotros. Este año, vamos a repetir concierto en Barcelona y Madrid, donde ya están vendidas para Navidad. Es hermoso que pase esto en los tiempos en los que vivimos y estamos muy agradecidos a la gente que nos acompaña. Lo del cambio del lugar, seguramente fue por el tiempo, por el riesgo de que llueva.

- ¿No les da pena despedirse?

- La pena de un grupo es tener la expectativa de durar 35 años y que se rompa a los cinco. Eso es un fracaso. No lo es tocar durante 35 años ininterrumpidos. Llega un momento en el que tienes que acabar una historia que con todos los altibajos y decepciones fue muy hermosa. Ha sido una historia coherente con nuestra forma de pensar. Después de 35 años, poco más puedes hacer. Puedes mantenerte cinco años más pero no vas a conseguir cosas más relevantes. No es cuestión de edad o cansancio pero hay que dejarlo.

- Hablaba de decepciones...

- En el segundo o tercer disco, no teníamos a nadie, no aparecían músicos y Los Suaves no podían prometer nada, solo ilusión. Nuestra mayor decepción es el no haber ido, en su momento, a Latinoamérica para abrir mercado. Solo fuimos en el 99 a argentina y nada más. La vida está escrita con destinos y los destinos te escogen; no nos tocó esa posibilidad y no pasó nada.

- ¿Qué destacaría de esta vida?

- Somos felices porque hemos tenido una trayectoria honesta y sincera. Nunca renegamos de nuestros principios.

- ¿Y cuáles eran?

- Contra lo que luchamos a los 20 años, no lo somos ahora. Por ejemplo, Los Suaves empezaron porque surgían grupos que utilizaban mucho los teclados y nosotros pensábamos que la esencia del rock era la guitarra, tocar con el mayor volumen del mundo y no dejar dormir a los vecinos. Al principio, me echaron de la parte de arriba del edifico por los ensayos. Después encontré un local de ensayo a cuatro kilómetros de Ourense para poder tocar. Ahora, hay rumba rock, fado rock, tango rock... Todo vale para meter en ese cajón aprovechándose de algo que despreciaron.

- Si naciera hoy la banda, ¿repetiría el éxito que ha tenido?

- No se sabe si tendría éxito. La canción "Siempre igual" (del primer álbum, Esta vida me va a matar, iba a quedar fuera del disco. La metimos al final porque insistieron los técnicos. Era un balada y no la queríamos porque no estabamos enamorados, pero se metió y fue un éxito. Hoy en día es fácil darle una portada de Rolling Stones a un grupo consagrado, pero falta apoyo mediático a los que empiezan. Además, ni hay compañía de discos, ni tiendas...

-¿ Ha llorado en esta gira?

- Me emocioné no hace mucho. Tuve que darme la vuelta. Son letras ante las que no puedes estar ajeno ni escuchar como si fuera el "Bulería, bulería".

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