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Música contemporánea con misterio

La voz de Siniestro cantará el misterioso "Frankestein!" con la Filharmonía de Galicia

Julián Hernández participa con el director gallego Diego García en un proyecto único, en Vigo - Por primera vez se adaptará al castellano la obra del austriaco HK Gruber

Julián Hernández ya había sido dirigido por Diego García en "Land of opportuniy" en 2012. // De Arcos

Se equivocaban aquellas personas que presenciaron la comunión artística entre Siniestro Total y el Taller Atlántico Contemporáneo en enero de 2012 con repertorio de los primeros creyendo que nunca en otra situación similar o parecida verían a Julián Hernández, voz actual de la banda de rock viguesa. El músico olívico volverá a hacer malabarismos entre la música popular y culta cuando se suba al escenario del Teatro Afundación el jueves 22 de octubre para cantar con la Filharmonía de Galicia.

"Estoy entrando en pánico; estoy muerto de miedo", confesaba con seriedad Julián Hernández por el teléfono tras haber ensayado vía Skype una parte de su pieza con el director boirense Diego García. La confesión sorprende ya que quien firma esta noticia nunca había oído hablar en una entrevista a Hernández sin bromas en los últimos ocho años.

Bien mirado, es de justicia que el temor lo abrace. El cantante de Siniestro Total no hará de barítono pero tendrá que hacer malabarismos de interpretación y voz. La Real Filharmonía de Galicia (RFG) ofrecerá un recital compuesto por obras de compositores contemporáneos como Musgrave, Antheil o Gruber. Hernández solo actuará en una pieza de este último compositor austríaco. Se trata de su Frankenstein!, un poema con música de ópera pero interpretación vocal más llana de poco más de media hora de duración marcado por un contenido misterioso y pop.

"Sí, cantaré el Frankenstein entero, una obra original sobre rimas infantiles. Yo hago de chansonnier, es decir, no de cantante profesional de ópera, porque Gruber escribió la pieza para sí mismo. La intención es malévola, con humor negro. Son supuestas rimas infantiles pero evidentemente no lo son. En ella, aparecen mitos de la cultura popular como Superman, vampiros, hombres lobo, Batman y Robin... con interpretaciones perversas", explica el artista.

Hernández recalca que lo importante es "entender la intención" del compositor". "Se trata, detalla, de una obra divertidísima. No es una obra tan simple como un cabaret. Es una forma diferente de ofrecer música contemporánea por la tercera vía, la de comunicar y llegar con efectividad a la gente".

Los malabarismos musicales a los que antes hacíamos referencia se deben a la necesidad de encajar la traducción del alemán al castellano jugando y respetando la partitura y los juegos de ritmo. Esta será la primera vez que se cante en español. "Nuestra idea es que se entienda bien la obra. La traducción no podía ser libre sino ajustada a la música para encajar las acentuaciones en la métrica.Por exigencias de la editorial, hay que mantener el espíritu de la pieza lo más aproximado posible dentro de las limitaciones de la métrica. Eso es complicadísimo. Es un trabajo absolutamente titánico. Tengo que hacer algo que no había hecho en mi vida. Porque también son importantes las interpretaciones de distintos personajes ya que aparecen desde monstruos, a héreos o niñitas inocentes y yo tengo que poner voces", comparte el líder de Siniestro.

El único hilo de tranquilidad -aunque más bien que un hilo es una cuerda fuerte- que encuentra el músico para llevar a cabo este proyecto descansa en el director invitado de la Filharmonía, Diego García, ideólogo también de traer a los escenarios gallegos este Frankenstein de Gruber.

No es la primera vez que ambos trabajan juntos. Diego también dirigía el Taller Atlántico Contemporáneo cuando éste "reinventó" en versión más clásica los temas de Siniestro en 2012.

El reto está ahí y Hernández avisa sobre el resultado que "no todo el mundo puede estar contento, es el problema fundamental de la música. Las orquestas tienen serios problemas parar ampliar su audiencia al público joven que ve la música culta como un monstruo inaccesible".De ahí que nuevos públicos se asomen a este concierto "por espíritu de aventura", concluye Julián.

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