En Galicia, cada día, se suicida al menos una persona. El pasado año, en los doce meses, se quitaron la vida 394, una cifra demasiado dolorosa y elevada como para pasarla por alto. Tras años de incremento continuo de estas defunciones, al fin, el Ministerio de Sanidad ha tomado nota de las demandas y ha decidido dar un paso para atajar la tasa de suicidios. El anuncio, emitido ayer, consistirá en incluir este tipo de fallecimientos en la nueva Estrategia Nacional de Salud Mental. Es decir, por primera vez, el Gobierno considera que estas muertes son un problema de salud y que hay que combatirlo. Portavoces del Colexio de Psicólogos de Galicia, el Movimiento Galego de Saúde Mental y el jefe del Servicio de Psiquiatría del área de Vigo, José Manuel Olivares, aplauden la medida, aunque lamentan que "llegue tarde", al tiempo que esperan que no sean solo palabras.

"Desde el Movimiento Galego de Saúde Mental lo veníamos reclamando desde hace tiempo. Llega tarde, pero está bien que llegue. La parte relevante va a ser si viene algo más que la idea; si viene presupuestada, dotada y cómo se van a llevar a cabo las intenciones o si solo va a ser algo propagandístico", apunta Delia Guitián.

Al respecto, el Ministerio de Sanidad no ha aclarado mucho. Solo ha indicado que la Estrategia abarcará de 2015 a 2019 líneas de actuación "que suponen novedades, como la atención e intervención con las familias, la mejora de los sistemas de información, la autonomía y los derechos del paciente o la participación de los agentes e instituciones".

"Ideas generales hay muchas pero -señala Guitián- tendrían que aclarar los criterios de detección y priorización de asistencia y, sobre todo, con qué dinero se cuenta", elementos que no han sido esclarecidos.

José Manuel Olivares recalca que "todo lo que se haga en favor de la salud mental está bien; la cuestión es que se haga, que no se quede en palabras" al tiempo que lamenta que al área de salud mental vaya "por detrás" de otras en dotación de recursos.

Más directo es Javier Sardiña, presidente de la sección de Psicoloxía e Saúde del Colexio Oficial de Psicólogos de Galicia, que culpa a las administraciones del repunte en suicidios habido desde el año 2011:"Llevamos tiempo reclamando que la prevención del suicidio sea una prioridad. Hay experiencias con éxito como la de Cataluña en dispositivos de prevención que lograron una reducción importante. Sabemos que es difícil desarrollar recursos pero la Administración en todo este tiempo no tomó medidas para modificar la asistencia y eso constata el incremento de estas muertes. Se veía venir".

Por su parte, José Manuel Olivares, casi recién llegado al cargo de jefe de Psiquiatría en el área de Vigo, tiene claro que no se puede avanzar sin recursos económicos. En este caso, no se trata de tecnología, sino de aumentar el personal y "las medidas de tipo social que van más allá de la sanidad", señala.

Preguntado por la causa de que en Galicia la tasa de suicidio sea tan alta (cuatro puntos por encima de la media estatal), Olivares apunta que "cuanto más al norte, más suicidios. Noruega y Suecia tienen una calidad de vida muy buena, también un sistema sanitario excelente, pero tienen más suicidios que en África. Hay también muchos otros factores además de la cantidad de luz que ser recibe como el consumo de alcohol, la soledad, el abandono, la crisis, los problemas personales... Todos ellos influyen y son corregibles".

Por último, el máximo responsable del área de Psiquiatría en la zona de Vigo resalta que "todas las enfermedades mentales tienen sus consecuencias y el suicidio pasa por una de ellas. No obstante, no todos los suicidios se deben a una enfermedad mental. El parricida que asesinó a su mujer, por ejemplo, no es un enfermo mental".