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Obispos con corazón abierto a los gays

El cura homosexual Krzysztof Charamsa escribe al Papa para pedirle que ninguna minoría quede excluida del Sínodo de la Familia

El sacerdote Krzysztof Charamsa y su novio, Eduard Planas. // Efe

Krzysztof Charamsa, el sacerdote y teólogo polaco expulsado de su puesto en la vaticana Congregación para la Doctrina de la Fe por declararse homosexual con pareja estable, ha escrito al Papa Francisco para pedirle que "abra el corazón y la razón de los obispos" durante la asamblea del Sínodo de la Familia que actualmente se reúne en el Vaticano.

"El Sínodo debe pensar en todas las familias, porque si la Iglesia es universal ninguna minoría puede estar fuera; todas las familias tienen un deseo de comunicar amor a otros y no pueden excluirse a las familias de homosexuales, de lesbianas o de transexuales", manifestó ayer Charamsa en una entrevista a Catalunya Ràdio.

En la referida carta al Papa, el sacerdote ha explicado a Francisco "las razones de su decisión" para hacer pública su condición sexual. En la entrevista ha comentado asimismo que los homosexuales "no somos pedófilos, enemigos de la familia, ni maniacos de placeres, sino personas que buscan amor". Por este motivo considera que "la Iglesia de Cristo debe saber y debe acoger seriamente la vida de homosexuales y lesbianas, que son buena gente".

Respecto al paso que dio el sábado, víspera del inicio del Sínodo de la Familia, Charamsa alegó que "he liberado mi vida y soy mejor sacerdote", y sostuvo que su expulsión de la Congregación para la Doctrina de la Fe -en la que era secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional- se debe a su homosexualidad y no al hecho de tener pareja. Sin embargo, "soy un gay feliz y orgulloso de serlo", agregó.

Por ello juzgó que el Sínodo debe ser "el gran momento de revolución" de la Iglesia católica si el Papa "abre el corazón y la razón de los obispos como lo ha hecho en todo el mundo a la gente que está fascinada por Jesús, por el natural deseo de trascendencia de una Iglesia que no es mala".

Para el sacerdote, el Pontífice representa "una esperanza increíble y profunda en la Iglesia con un discurso claro contra cualquier discriminación", pero Francisco lo tiene "difícil para hacer cambiar las posiciones de los obispos más cerrados".

Por otra parte, el independentismo catalán ha celebrado la llegada de Charamsa a Barcelona ya que el sacerdote declaró en el pasado que el Vaticano tiene sus propias vías diplomáticas para seguir el caso catalán.

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