Estela Ordóñez, la madre de Andrea, la niña a la que se le retiró la alimentación artificial que recibía por gastrostomía al constatar que había empeorado su estado clínico, ha celebrado que su hija mayor ya no siga "sufriendo" tras haber pasado una buena noche.

La madre de Andrea se declara orgullosa de no haber fallado a su hija, así como de luchar por el cumplimiento de sus derechos, camino en el que ha encontrado comprensión, apoyo y cariño, por lo que da "mil gracias" desde lo más profundo de su alma, según ha escrito en su cuenta en Facebook: "Como bien dije ayer, esta sería una semana delicada y puedo ya asegurarlo. Se empezó a cumplir la voluntad de mi hija, no seguir sufriendo", afirma.

Además, la madre de Andrea señala que le "tranquiliza mucho" que "el juez y el forense, junto con otros profesionales", "decidieran no cerrar el caso y tener un seguimiento exhaustivo de que se cumple lo dicho por el hospital". "Con respecto a la Justicia me siento muy respaldada, algo importantísimo psicológicamente para poder acompañar a mi princesa en sus últimos días o semanas", manifiesta en un mensaje en la red social. Es triste tener que haber llegado a esta situación, de verme en la tesitura de luchar hasta en la despedida de ella, después de tantos años intentando hacer lo mejor posible para que su vida fuera lo más feliz posible", apunta.

"No me arrepiento de mi actuación", subraya Estela Ordóñez "si eso ayudó a no fallar" a su hija "y luchar por sus derechos y que estos se comenzasen a cumplir". "Muchísimas gracias desde lo más profundo de mi alma", concluye. El grave "dolor" por el que estaba pasando la pequeña Andrea fue el que llevó a sus padres, Antonio Lago y Estela Ordóñez, a solicitar para ella una "muerte digna".

Fernando Abraldes, el presidente de la Asociación de Pacientes y Usuarios del complejo hospitalario universitario de Santiago (CHUS), en el que está ingresada la niña, ha explicado que han estado en contacto durante todo este tiempo, principalmente con la madre y por ello se han mantenido al tanto del curso del problema. "El dolor ha hecho que los padres realmente se decidiesen. Tienen ahora una sensación dulce y, al mismo tiempo, amarga, agridulce. Lo primero se produce porque ellos consiguieron, al final, que su hija dejase de padecer, pero lógicamente están pasando por una situación complicada", la del tránsito, explicó.

Estela Ordóñez y Antonio Lago permanecen junto a su hija, a la que el servicio de Pediatría ha dejado una leve hidratación con suero para que pueda metabolizar los fármacos de la sedación, y han pedido despedirse de la niña en la intimidad más absoluta, por lo que han reclamado que se les respete.

Fernando Abraldes lo comprende y lamenta que el caso haya llegado hasta el extremo, porque la sociedad debería "convertir en natural y normal" los procesos de muerte digna, los cuales deberían ser "algo habitual cuando así lo decidan las partes implicadas".

"Igual que es exigible vivir dignamente, el tránsito natural hacia la muerte debe ser igual", expone, y se muestra convencido de que en el caso de Andrea "han intervenido cuestiones de carácter ideológico o personal", que no ha especificado, salvo para apuntar que sin ellas "se hubiese evitado todo este trance de dolor y de sufrimiento". "Queremos un paso más", preconiza, y que se tome conciencia de este asunto, porque aquí había una postura firme de dos progenitores, un dictamen del comité de ética asistencial "que claramente se posicionó de su lado" y, con ello, no hubiese sido necesario llegar al ámbito judicial. Sin embargo, sí entiende que los padres, ante los que para ellos han sido obstáculos, hayan recurrido a esta vía, dirigiéndose al juez Roberto Soto.

El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, recordó ayer que ya existe una ley estatal que "da cobertura" a situaciones como la de la niña Andrea y ha considerado que "abrir otro debate generaría una polémica que situaría en una posición incómoda a todos y no arreglaría nada". Alonso, que ha dicho no haber hablado con los padres de Andrea, les ha trasladado un "mensaje de comprensión y de profundo afecto, porque han dado mucho por su hija y han pelado durante muchos años". El ministro ha explicado que la Ley de Autonomía del Paciente "da cobertura a situaciones que diariamente ocurren en los hospitales y que son atendidas por los médicos de manera profesional".

"Confiar en los médicos"

El ministro ha pedido confiar en los médicos, ya que éstos "en el momento peor han ayudado a que el desenlace fuese mejor y más digno y eso es lo que se hace en España".

La sección gallega de la Asociación Derecho a Morir Dignamente se ha mostrado "contenta" porque el "calvario de Andrea acabase, al tiempo que ha reclamado un "debate social" para poder "morir con dignidad" en el país. La presidenta de DMD Galicia, Emilia Irimia, subrayó que la ley de autonomía del paciente "está muy clara", por lo que ha lamentado que esta niña de doce años y su familia "haya tenido que sufrir". "No tenía que haber sucedido", ha sostenido. "Nos alegramos de que Andrea se pueda ir en paz", ha añadido para trasladar su apoyo a la familia ante la situación que les espera. "Si los padres piden la retirada del tratamiento, la situación de Andrea no puede ser determinante", puntualiza en relación a la ley.