Al Obradoiro Penumbra, propiedad de Rosa Fernández y de Maica Villalba y que lleva desde 1987 dedicado a las encuadernaciones artísticas, le quedan pocos reconocimientos por lograr. La semana pasada recibió el Premio Nacional de Encuadernación -que concede el Ministerio de Cultura- por su delicado trabajo con la novela "Señas de identidad", que Juan Goytisolo publicó en 1966, un prestigioso galardón que estas artesanas ya lograron en 2004, además de haber sido finalistas en otras convocatorias.
Maica y Rosa llegaron al mundo de la encuadernación también de una forma bastante casual. "A diferencia de otros negocios, nosotras no teníamos ningún tipo de tradición familiar; nos iniciamos haciendo cosas de papel pintado, objetos de escritorio? Entonces Rosa solicitó una beca a la Xunta para un curso de encuadernación en la que te permitían elegir al maestro, y nos fuimos las dos al taller de la imprenta artesanal del Ayuntamiento de Madrid, uno de los más prestigiosos en aquel momento, durante tres meses que aprovechamos a tope", relata Maica.
Al volver siguieron experimentando e investigando y decidieron apostar a fondo por esta profesión que consideran a la vez una forma de vida. "Comenzamos compartiendo con otros artesanos un espacio en A Coruña; luego nos fuimos a Culleredo, a un taller muy oscuro, de ahí que decidiéramos llamar al taller de Betanzos "Penumbra", aunque éste es muy luminoso. Lo cierto es que dedicamos todo el día al taller; es nuestra vida", coinciden ambas artesanas.
Cuentan entre sus clientes con algunos tan especiales como la Biblioteca del Palacio Real, para la que elaboraron durante dos años consecutivos, 2010 y 2011, las obras que les encargaron. Pero también tienen muchos clientes de la zona que desean conservar libros que tienen un valor especial. "Lo que más nos gusta es la encuadernación contemporánea, fuera de tendencias, aunque no es algo que puedas hacer con todos los clientes, ya que la mayoría nos piden cosas bastante clásicas que no nos aportan ya gran cosa", admiten.
Rosa y Maica también disfrutan mucho encuadernando los llamados "libros de artista" con grabados originales y textos de autores. "Me gusta mucho leer y admirar esas obras, inspirarme en ellas y diseñar un traje que les vaya muy bien. Y nunca debemos olvidarnos que vestimos a un libro, una pieza que por muy artístico que sea se tiene que poder abrir y leer de forma cómoda; tiene que ser funcional", coinciden.
Rosa y Maica se complementan perfectamente en el taller. "Rosa suele ser la que lee los libros y decide el diseño; yo me ocupo más de la parte técnica", describe Maica. En el caso de la obra recién premiada, 'Señas de identidad', "nos decidimos inmediatamente a presentarnos porque queríamos desde hace tiempo trabajar en algo de Goytisolo. En esta ocasión ideamos un juego de luces y sombras y profundidad que parece que sorprendió al jurado", sugieren.
