El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, se pronunció ayer en contra del "encarnizamiento terapéutico" en la asistencia a la niña gallega de 12 años -Andrea- que sufre una enfermedad irreversible y para la que sus padres solicitan una muerte digna.

"El médico tiene la obligación de intentar la curación y mejoría del paciente siempre que sea posible y, cuando no lo sea, permanece su obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir el bienestar del enfermo aún cuando de ello pueda derivarse el acortamiento de la vida", subrayó Gil Tamayo, citando el código deontológico médico, al ser preguntado por el caso de la niña gallega. Explicó que la Iglesia está en contra de la eutanasia, de la muerte provocada, pero ha añadido que esta institución tampoco es partidaria "del encarnizamiento terapéutico".

Feijóo afea a Sánchez

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, eludió opinar sobre el caso. En declaraciones a los medios, indicó que no formará parte de ningún "debate político" abierto "a partir de una situación dramática" como la de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad degenerativa e irreversible para la cual sus padres piden una muerte digna.El presidente gallego, no obstante, aprovechó para afear la actitud del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Al tiempo, ha respaldado la gestión del equipo médico y ha ratificado que se actuará conforme a lo que dicte la Justicia.

"Permítanme que yo no forme parte de un debate político a partir de una situación dramática, quien quiera, que lo haga. No cuenten conmigo para discutir con una persona que me da la sensación de que se acaba de enterar de que Andrea existe unos minutos antes de entrar en una radio", ha advertido Feijóo, preguntado sobre el posicionamiento de Pedro Sánchez.

El dirigente socialista pidió a la Xunta, en una entrevista en la Cadena SER, que Feijóo acepte la petición de la familia. Además, se mostró partidario de abordar la eutanasia. "Estoy dispuesto a abrir este camino y este debate social en la próxima legislatura y a llegar a una solución", afirmó el líder socialista.

Sánchez opinó que la eutanasia afecta a muchos aspectos, como el moral o el ético, pero "también tiene que ver con la vida y a eso hay que dar una respuesta desde los poderes públicos". Sobre este punto, si es partidario o no de regular la eutanasia, Feijóo se opuso a iniciar un debate político "con un secretario general que desconoce la historia clínica de Andrea, las condiciones médicas y que el equipo médico --al que ha respaldado-- actuó en base a un auto judicial de julio" que refrenda el plan terapéutico aplicado. Sánchez emplazó a la Xunta a "dar curso y aceptar" la petición de sus padres de que pueda morir, al tratarse de "un derecho humano y legal". Aprovechó para trasladar a los padres de Andrea todo el "afecto y solidaridad" de la familia socialista.

El ministro, conmovido

Sobre el caso de Andrea, también opinó el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. El responsable político indicó que los profesionales sanitarios y los jueces tienen "la palabra". En declaraciones a la prensa en el Congreso, Alonso dijo que quiere ser "prudente" en este asunto pero que cree que "no hay ningún motivo" para no confiar en la decisión de los profesionales, ya que la ley tiene "las posibilidades" para que nadie sea sometido a un tratamiento innecesario, en una situación "que no tiene vuelta atrás".

El caso de Andrea "nos tiene muy conmovidos a todos" y "comprendemos muy bien a la familia, que no lleva ni un día, ni dos", sino doce años cuidando de la pequeña y se encuentra en una situación "de un sufrimiento terrible.

También ofrecieron sus pareceres colectivos como la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADPS). Su portavoz, Marciano Sánchez Bayle, tachó de "deplorable" la actitud del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) con Andrea y destacó la necesidad de regular la eutanasia para evitar "sufrimientos innecesarios". La Asociación Derecho a Morir Dignamente ve necesario abordar la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido, un conflicto que consideran "está provocando un sufrimiento añadido a una situación por naturaleza dramática".

"No tiene sentido"

Diferente punto de vista mostró la portavoz de Derecho a Vivir, Gádor Joya,quien subrayó que hay que distinguir, por un lado, lo que es un ensañamiento terapéutico, aplicar medidas desproporcionadas al paciente que además le están haciendo daño, y, por otro, mantener unos cuidados básicos de este paciente mientras vive". A su juicio, lo que reclaman los padres de Andrea es "la aplicación de la eutanasia". "Creemos que este caso está siendo manipulado y, sobre todo, el lenguaje que se está utilizando en el caso de Andrea no es el correcto e induce a error", concluyó".

Desde SOS Sanidade Pública, su portavoz, Xosé María Dios, opinó que "no tiene sentido" que no se atienda la petición de los padres de Andrea de darle una muerte digna. Dios relacionó con "una cuestión de tipo ideológico" del jefe de Pediatría del CHUS, José María Martinón, lo que ocurre.

El presidente de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente, Luis Montes, pidió "sensatez" en el tema de Andrea, ya que "sería muy doloroso" que tuvieran que llegar a los tribunales.Montes confía en que "reine la sensatez" en este "choque de intereses" entre la familia, que cree que "lo mejor para su hija, lo que más quieren en este mundo" es que finalice su vida, y el equipo asistencial, que decidió lo contrario.