Lara Dibildos es Emily Brent en el reparto de "Diez Negritos" la célebre obra de Agatha Christie, que tras estar dos temporadas en la cartelera madrileña con gran éxito de crítica y público, llegará a Galicia el próximo mes. El teatro Afundación acoge el clásico de Christie -la novela de misterio más vendida de la historia- el viernes 16 de octubre (20.30 horas).
-¿Cómo ha afrontado el papel de la soltera y sofisticada Emily?
-Es una solterona con mucho carácter, pero sin escrúpulos. Es bastante deseada y en su juventud ha tenido mucho éxito con los hombres y ha vivido muy bien de ellos. Le cuesta aceptar que el tiempo pasa y ya no es la joven estupenda y atractiva de hace unos años, como la secretaria Vera Claythorne. Lo lleva fatal y no soporta no ser el centro de atención. .. Ninguno de los que llegamos a esa isla somos buenos y su pasado oscuro tiene mucho que ver con esa amargura que tiene. Ha podido llegar a hacer algo tremendo...
-¿Cuál cree que es el culmen de esa trama?
-Además de que Agatha Christie tiene la capacidad de tenernos siempre en tensión, captando nuestra atención y con la habilidad de que nadie se pierda un detalle, en silencio, consigue que no te esperes el final, que da un giro tremendo y es una gran sorpresa.
-¿Qué percibe cuando se baja el telón en las funciones?
-Después de la temporada entera en Madrid y de que ya llevamos de gira unas cuantas plazas, llenando todas las funciones, tenemos que dar las gracias a nuestro productor, que se ha lanzado y ha tirado la casa por la ventana y al director Ricard Reguant. Cada vez que se abre el telón y vemos el teatro lleno y que el público conecta, percibimos la felicidad.
-Lara Dibildos vivió su sueño americano el pasado año. Hizo teatro y abrió puertas al mundo de la telenovela, he entendido. ¿Algún otro proyecto en EE UU?
-Han sido casualidades: estar en el momento justo, en el lugar adecuado. Lo hice por curiosidad, por conocer otra forma de trabajar completamente diferente... Y estoy tranquila de haber hecho aquel casting. No pensé jamás en que pudieran cogerme a mí. Cuando me llamaron para decirme que me daban el papel, yo tenía mi billete de vuelta a España y cuatro cosas en la maleta. Pero quise vivir aquella experiencia y fue maravillosa.
-Estuvo con Antonio Carmona, de Ketama. ¿Muchos españoles en la meca del cine?
-Allí hay trabajo; aunque hay que currar mucho y duro. Es cierto que grandes artistas españoles han tenido una válvula de escape a la crisis y se están haciendo un hueco. En teatro trabajé con una estrella: Guillermo Quintanilla, un actor mexicano de novelas y teatro. Tuve que cambiar mi acento y trabajar con lo que llaman 'acento neutro', lo que me costó un gran esfuerzo. Pero todos tenemos, además, una vida personal.
-¿Tuvo que elegir entre el trabajo y la familia?
-Me ofrecieron un programa de televisión, una novela en concreto, y tuve que elegir entre quedarme allí sola o venirme con mi hijo. En ese momento decidí que me venía con él. Pero es una puerta que abrí y no he cerrado; la he dejado entreabierta. Yo pasé lo más difícil: hacerse con el lugar, conocer a los representantes y productoras... Pero volver fue una decisión mía. Nunca se sabe cuándo en el futuro volveré; eso sí, lo haré con mis hijos.
-¿Repuntará la industria cultural en España?
-Espero que de una vez baje el IVA cultural y tanto como los empresarios sigan haciendo producciones como gente joven con talento pueda trabajar.
-¿Cuál es su papel deseado aún por materializar?
-La vida de los actores es de retos y me encantaría una inmersión en el mundo de la ficción, en una serie de televisión.
