Los episodios de violencia doméstica se han convertido ya en el delito más cometido por los menores de la provincia de Pontevedra, incluso por encima de aquellos ilícitos que hasta ahora eran más habituales entre los adolescentes como los daños, las lesiones derivadas de pequeñas peleas o los hurtos. Así lo reflejan los datos de la Memoria de la Fiscalía General del Estado, que recogen también los datos estadísticos de cada uno de los departamentos territoriales del Ministerio Público.
El pasado año, la Fiscalía de Pontevedra tramitó un total de 88 casos de presunta violencia doméstica cometidos por menores, por encima de los 85 delitos de lesiones o los 58 de robos con fuerza. Supone esto que los delitos de violencia en ámbito familiar suponen ya un 14,9% del total de las infracciones penales cometidas por menores, frente al 14,4% de las lesiones. No se registró, sin embargo, ningún caso de violencia de género protadonizado por menores.
La preocupación de la Fiscalía por la evolución de los casos de violencia doméstica entre los menores no es nueva. Hace un par de años el entonces fiscal superior de Galicia,Carlos Varela, ya alertaba del alarmante incremento de los menores que tenían incidentes de violencia física o psíquica hacia sus progenitores, abuelos o hermanos; así como en ocasiones ante profesores y compañeros. Entonces este tipo de delitos todavía no habían superado a otras infracciones como las lesiones. Por aquel entonces Varela echaba de menos protocolos que impliquen a autoridades educativas, sanitarias, servicios de protección de menores y fiscalía para indagar de forma rápida las posibles patologías que puedan sufrir alguno de estos jóvenes, dado que en muchos menores se pueden apreciar posibles "trastornos de comportamiento".
En la Memoria también se llama la atención sobre el incremento del número de adolescentes menores de 14 años (es decir, que son inimputables) que cometen este tipo de delitos de violencia doméstica en el seno de su familia y cita concretamente a las provincias de León yPontevedra, en donde las respectivas Fiscalías han llamado la atención sobre este aumento de "los casos de violencia filio parental".
En cuanto a las medidas de reforma propuestas por la Fiscalía y adoptadas por el juzgado de Menores de Pontevedra durante el pasado año, cabe descatar que el internamiento en régimen cerrado, la medida más dura de todas, tan solo se tomó en dos ocasiones. Otras medidas de internamiento más leves (como es en régimen semiabierto) se adoptaron en 18 ocasiones y dos más el internamiento fue de carácter terapéutico. La medida más común sigue siendo la libertad vigilada (en 38 ocasiones) junto a las prestaciones en beneficio de la comunidad (un total de 32). En 16 casos se adoptaron también arrestos de fin de semana.
