Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Receta contra el desánimo otoñal

Los especialistas aconsejan mantener la vida social del verano y asumir los cambios para evitar los trastornos producidos por la reducción de la luz

Cómo sobrevivir a la depresión otoñal // FARO

El otoño astronómico comenzará mañana a las 10.21 horas (hora peninsular) y durará 89 días y 20 horas, terminando el 22 de diciembre con el comienzo del invierno, según el Instituto Geográfico Nacional.

El inicio astronómico de las estaciones se entiende como el instante en que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol. Esta posición, en el caso del otoño, es desde la que el centro del Sol visto desde la Tierra cruza el ecuador celeste en su movimiento hacia el sur. El día en que esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden, y por eso, a esta circunstancia se la llama también equinoccio de otoño. Este puede darse en cuatro fechas distintas, que van del 21 al 24 de septiembre. A lo largo del siglo XXI el otoño se iniciará en los días 22 y 23 de septiembre, siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003.

Antonio Vivaldi expresaba en su obra "Las cuatro estaciones" (1725): el otoño es época de cosechas, cacerías y paisajes de árboles de hoja seca. El músico italiano compuso, para dar forma a esta descripción, una pieza llena de alegría y vitalidad. Sin embargo, en muchos casos, estos sentimientos no se corresponden con la realidad de las personas que sufren los efectos de su llegada. De este modo, los especialistas del ámbito de la salud mental aseguran que el final del verano y, en consecuencia, el descenso de luz solar de la llegada del otoño puede tener efectos desagradables en los estados anímicos de las personas.

Haz click para ampliar el gráfico

Así, las consecuencias se pueden agravar en los casos de aquellas que sufren depresión o padecen algún tipo de trastorno mental. ¿Cuál es el consejo? Asumir que los cambios estacionales son naturales, cuidar los ritmos horarios, intentar mantener la vida social desarrollada durante el verano y acudir a un profesional en caso de problemas mayores.

El otoño y la primavera son las estaciones del año más influyentes en la sociedad y el factor principal es la ausencia de luz. Ello puede generar bajones anímicos, que se agravan con el llamado síndrome postvacional, referido a la ansiedad que afronta un profesional a la hora de incorporarse a las tareas laborales. Pese a ello, los expertos insisten en que no hay que dramatizar ni crear alarma, señalando que los que más afecta es la transformación en el estilo de vida. De este modo, con la llegada del otoño cambian un conjunto de circunstancias, como el hecho de pasar menos tiempo al aire libre y tener que afrontar más responsabilidades.

Según indican los profesionales, la "morriña" por el verano se pasa en seguida y se debe comprender como un proceso natural por el que no hay que preocuparse en exceso. No obstante, no todas las personas responden de igual forma al cambio estacional, ya que depende de la sensibilidad a este tipo de variaciones. Es el caso de aquellos que sufren episodios de depresión o trastorno bipolar. En estas situaciones, la ayuda de una terapia podría ser suficiente para paliar las sensaciones desapacibles.

El cambio horario, sin embargo, puede perjudicar a todos los gallegos. El descenso de horas de luz puede generar fácilmente un cúmulo de estados negativos como la tristeza, la apatía, el decaimiento, la irritabilidad, la falta de apetito o la dificultad para la concentración y para conciliar el sueño. De hecho, en algunos países nórdicos y en Estados Unidos, se practican tratamientos como la luminoterapia.

Cynthia Martín | Psicóloga clínica

"Las personas con una predisposición a la apatía sentirán más el cambio"

Por su parte, la psicóloga Cynthia Martín menciona el paso del ambiente de calor a la llegada del frío como la principal circunstancia que afecta a las personas con la llegada del otoño y el consecuente cambio estacional después del verano: "Fisiológicamente te bajan las defensas y eso puede repercutir en una mayor tendencia a padecer cansancio no solo físico, sino mental, además de estrés y apatía", añadiendo que "las personas que tengan una tendencia o una disposición a sentir apatía lo notarán más".

"Inconscientemente las personas suelen asociar el verano al estado de relajación y el otoño a la vuelta al trabajo y a las responsabilidades. Este estrés post vacacional puede genera una visión de mayor pesimismo en algunas personas", señala la doctora, a la vez que comenta que las sensaciones negativas derivadas de las variaciones estacionales no tienen por qué producirse y afectar a todas las personas.

Daniel Novoa | Psicólogo en el Gabinete Ítaca

"Es muy importante mantener la vida social que se hace durante el verano"

El psicólogo vigués Daniel Novoa, del gabinete de psicología Ítaca, señala a las variaciones en la temperatura y en la luz como las principales responsables del descenso de la segregación de serotonina, que influye directamente en el ánimo. Esta transformación se ve acrecentada por el hecho de que "Durante vacaciones las personas sienten una liberación y experimentan cosas nuevas", comenta el doctor Novoa.

De forma estadística, el grupo de población más afectado por estos cambios estacionales son las mujeres de edades comprendidas entre los 25 y los 50 años, aumentando las posibilidades en los casos de personas muy sensibles.

"Hay unas pautas generales de salud que las personas pueden seguir ante el cambio, como cuidar la alimentación, el sueño y no hacer vida sedentaria", comenta el psicólogo, añadiendo que "lo más importante es seguir haciendo la vida social habitual durante el verano".

Compartir el artículo

stats