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"Mi abuelo, un hombre genial, antiguo y moderno"

Joaquín del Valle Inclán publica una biografía, fruto de 30 años de estudio, con el retrato más fidedigno de don Ramón

Su abuelo, en la portada. // A.G. Freire

Joaquín no conoció a su abuelo y su padre, Carlos, tampoco solía hablar mucho del suyo, don Ramón del Valle Inclán. Aún así, el nieto del escritor se impuso hace más de treinta años la labor de retratar de la forma más fidedigna posible a su abuelo, basándose en datos contrastados y evitando las medias verdades que se han dicho sobre él y todo rastro de ficción y de literatura "aunque la biografía sea considerada. El profesor compostelano presentó ayer en el Ateneo de Madrid la biografía "Ramón del Valle Inclán. Genial, antiguo y moderno" (Editorial Espasa) que el próximo 2 de octubre presentará en el Club Faro, tres meses antes de que se cumplan los 80 años de la muerte del literato.

"Don Ramón era genial porque consiguió ser una figura en la literatura española totalmente diferente; exploró muchos géneros y siempre trató de innovar: fue antiguo políticamente y en valores; para él el parlamentarismo, la democracia y los derechos laborales eran conceptos que no existían y sentía admiración por el Carlismo primero y después por Mussolini. Y fue moderno en sus conceptos literarios y en los modos teatrales, incluso al margen de los gustos del público", explica su nieto.

Joaquín investigó especialmente la prensa de la época -"con mucha cautela, porque se dijeron también muchas inexactitudes"- y contó con testimonios de amigos y familiares y con sus conferencias y su obra. "Hay muy pocas confesiones íntimas y correspondencia privada, por lo que es imposible conocer muchos aspectos de su vida, como su niñez, y lo que he evitado a toda costa es interpretar y novelar su vida; tan solo me he basado en los datos contrastados", destaca.

Entre los escasos datos íntimos que su padre le contó sobre su abuelo, Joaquín describe al autor de "Luces de Bohemia" como "un hombre muy amante de sus hijos y obsesionado por su educación". Sin embargo, finalmente solo el padre de Joaquín realizó una carrera universitaria, Medicina.

"Ni era pobre ni era de izquierdas", destaca el nieto de Valle para ejemplificar dos de las ideas erróneas que se han extendido sobre su abuelo. "Es un tópico que todo intelectual y artista tuviera que ser de izquierdas; Valle-Inclán fue siempre un hombre de derechas, fiel al carlismo; es cierto que cuando el golpe militar, presidía el Ateneo y se puso al servicio de la República, pero no hay datos suficientes para saber si realmente lo hizo por convicción, si era un republicano sincero, o lo hizo como un mal menor", desarrolla su nieto.

Entre los aspectos que más sorprendieron a Joaquín a lo largo de esta investigación se encuentra la demostración del consumo de hachís que hacía su abuelo, "no solo por temas médicos, sino también espirituales", asegura. "Las drogas, tanto la cocaína como la heroína, eran muy comunes y se usaban para muchas cosas al principio del siglo XX. Don Ramón empezó a tomar hachís porque sufría problemas de vejiga y el cáñamo índico estaba muy indicado para eso, pero hay cartas en las que asegura que aumentando la dosis prescrita conseguía un estado de éxtasis, una experiencia mística y explorar su mente...".

El nieto del literato asegura que la obra "pretende ser rigurosa pero no va dirigida a especialistas": "Soy consciente de que se deberían ampliar muchos temas pero creo que su lectura será interesante para un público que admira su figura pero que no desea enfrentarse a la parafernalia de los textos especializados", concluye, al tiempo que reivindica un mayor reconocimiento de algunas de las últimas obras de su abuelo como "El ruedo ibérico".

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