Los roles y convicciones de género que perpetúan la desigualdad -generalmente a costa de las chicas- son mantenidos por ambos sexos y continúan muy presentes entre los adolescentes españoles. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio -realizado a través de una encuesta a 2.514 adolescentes y jóvenes escolarizados de 14 a 19 años- sobre los estereotipos que giran en torno a lo que significa "ser chico" y "ser chica".
No hay más que mirar a la realidad, que visualiza con hechos lo que los tozudos números se empeñan en reflejar. La joven Zaira, una chica asturiana de 14 años que ejerce de árbitro de fútbol manifestó hace dos días que va a abandonarlo por comentarios sexistas, vejaciones y agresiones verbales. Ha tenido que escuchar frases como " lo tuyo es fregar, marcha a la peluquería y estás mejor en una casa de citas" . Pero se ha atrevido a contarlo. Hechos de menor calado, pero similares, ha declarado sufrir en algún momento la primera árbitro gallega en categoría nacional, Zulema González, en entrevistas a medios. Pero sigue. Precisamente, este fin de semana pasará a la historia del fútbol español por pitar en Ribadumia en exclusiva, con un trío arbitral femenino completo.
En el lado opuesto, seis de cada diez adolescentes mujeres de entre 14 y 19 años asegura que controla el móvil de su pareja y más de la mitad cree que el "chico debe de proteger a su chica". La investigación ha sido elaborada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro privado creado por la FAD.
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En general, es más frecuente y de mayor entidad la violencia ejercida por los chicos hacia las chicas. Éstas últimas actúan más frecuentemente en el control de los actos y de las relaciones de pareja (revisar el móvil, por ejemplo). Por ello, expertos gallegos en adolescencia alerta de que se está acentuando la "violencia de control". También aseguran que se trata de un tipo de hostilidad oculta, porque solo se da entre la pareja y no trasciende en muchas ocasiones. Entre los chicos, son más habituales la intimidación, el control personal y emocional, la violencia física y verbal o la violación de la intimidad. La solución pasa, según los expertos, por la educación.
Más del 80% de los adolescentes asegura conocer o haber conocido algún acto de violencia, cometido por chicos y chicas, en parejas de su edad. Ésta es una de las conclusiones del estudio. Los encuestados identifican una media de cinco actos por persona de violencia ejercida por chicos y una media de 3,7 actos de violencia ejercida por chicas.
Son mayoritarios y generalizados, según el informe, los actos de control como revisar el móvil de la pareja, decirle con quién puede hablar y dónde puede ir, en los que las chicas aparecen como protagonistas con más frecuencia. Entre los chicos, son más habituales la intimidación, el control personal y emocional, la violencia física y verbal o la violación de la intimidad. Solo un 12% dice no haber conocido, entre sus conocidos, alguno de estos actos de violencia ejercido por un chico hacia una chica, y solo un 16,5% asegura no haberlos conocido siendo ejercidos por la chica.
Estos datos confirman que las relaciones de pareja entre adolescentes y jóvenes españoles se articulan alrededor de mecanismos de "control posesivo", lo que da lugar a un comportamiento potencialmente agresivo por ambas partes, aunque más frecuente y más grave por parte del varón, según resaltó el director técnico del Centro Reina Sofía, Eusebio Megías.
