Sociedades científicas de Salud Pública, Contraconcepción y Planificación Familiar solicitaron ayer la paralización de la reforma de la Ley del aborto que se debatía en el Senado, donde se rechazó ayer los siete vetos de IU, CC, ICV, ERC, PSC, Podemos y PSOE a la Proposición de Ley Orgánica para reforzar la protección de las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción voluntaria del embarazo, que impondrá el consentimiento paterno a las chicas de 16 y 17 años que acudan a abortar.

Los senadores que defendieron estos vetos criticaron que el Gobierno reforme la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo, aprobada por el Gobierno socialista en 2010, mediante una proposición de ley y no un proyecto para evitar los informes preceptivos, algo que, a juicio del senador José Enrique Iglesias de IU resulta "escandaloso" porque esta reforma nace del "fracaso" de un proyecto impulsado por el exministro Alberto Ruiz Gallardón, que le llevó a la dimisión.

Durante la sesión, una activista de Femen irrumpió semidesnuda y con la ropa interior tintada simulando sangre al grito de "libertad para abortar". Los ugieres de la Cámara Alta procedieron a que desistiera en su actitud.

La senadora del PP, Dolores Pan, defendió que la reforma busca proteger a los menores, por un lado, y devolver a los padres la capacidad de ayudar a sus hijas en una situación "tan dramática como esta", por otro. "No caben por tanto interpretaciones más allá de la defensa del menor y que los padres puedan acompañarlas", indicó Pan, para añadir que esto "no es un tema menor".

Al cierre de esta edición, no se había aprobado la reforma. Más de setenta senadores de la oposición pidieron que la votación se hiciese en secreto.