"Es una experiencia única, espectacular y llamativa". Así resume la tudense Rocío Rosada su presencia en el Descenso del Miño. Y lo transmite a su familia. La actual edición es la quinta. Solo se perdió la primera. Y lo lamenta. Desvela que "estaba en el río y comprobé como bajaban las piraguas. Y me dije que al año siguiente estaría allí. Lo cumplí y se apuntó mi familia. Disfruté y no me pierdo ninguno desde entonces". Desvela que no es una apasionada de esta disciplina deportiva, pero que "cada vez me gusta más".
La fiesta del Descenso del Miño se iniciará en Caldelas de Tui a las doce de la mañana. A partir de esa hora comenzará la romería popular. Se reunirán más de mil personas, según las previsiones que manejan los organizadores. Tienen dispuesto un amplio dispositivo. Saldrán autocares de Tui para llevar a los participantes y así poder dejar su vehículo en la ciudad. También se prepararán todas las embarcaciones, cada una con su número. A las tres y medias se activará otro dispositivo de seguridad. Lanchas a motor para solucionar problemas, si los hubiera. A las cuatro se dará la salida y se iniciará una ola de color en el Miño.
Rocío Rosada explica el objetivo es "estar todos juntos, divertirse y también disfrutar de un paisaje inigualable". Reconoce que "nosotros no vamos a competir. Ni mucho menos. Queremos que esos ocho kilómetros nos queden grabados en la memoria". Tienen tiempo de hablar con sus compañeros de viaje y también de bañarse en el río. Los organizadores controlan el recorrido al milímetro para evitar zonas peligrosas.
La experiencia de Rocío Rosada la trasladó a su familia y también amigos. Viajan desde Madrid o Córdoba para estar presentes. Casi todos hacen coincidir sus vacaciones con el descenso. Algunos de ellos no podrán estar este año, pero se apuntan otros.
Rocío, junto a José Manuel, Pablo, Alejandro, Silvia, Justo, Fina, Jesús, María José, María Jesús, María Nieves, Pablo, Paula y Mónica conforman uno de los grupos más numerosos que participa en el Descenso del Miño. Anuncia que cumplirán el protocolo. Subirán en autocar hasta Caldelas de Tui, cuyo transporte es gratuito, comerán allí y saldrán a navegar. Después, en la llegada, esperarán a los palistas que toman parte en la competición oficial.
"Hacemos esto por pasión. Hemos encontrado un magnífico ambiente. Conocemos personas de otros lugares y además nos divertimos. No podemos pedir más", afirma Rocío Posada. Añade que "es algo que se debería probar, al menos una vez en la vida".
Esta tudense no se sorprende por la presencia de personas de otras provincias españolas. Afirma que "hemos hablado con ellos y dicen que están encantados. En ningún otro sitio se vive como aquí. Es un espectáculo deportivo, pero también lúdico y que nos enseña muchas cosas. La solidaridad, la sana diversión, el deporte y el contacto con la naturaleza".
Pero Rocío Rosada también tiene una queja. Asegura que "Tui es una gran ciudad. Necesita de eventos como este. Se deberían hacer más cosas parecidas. Eso favorece a los que vivimos aquí y también a dar a conocer nuestro paisaje".
El número de plazas disponibles para participar en el Descenso Popular se aproxima a las mil. Se tiene la posibilidad de alquilar la embarcación, pero también de acudir con una propia. El plazo para formalizar la inscripción se cierra el próximo día once.
El Kayak Tudense, el club más emblemático del piragüismo nacional, ya tiene todo preparado para la gran cita. En la organización trabajan desde hace meses un centenar de personas. José Manuel García, el presidente de la entidad, señala que "para nosotros es un orgullo poder hacer este trabajo. Lo hacemos por la gente, para que disfrute de un día distinto. El piragüismo es un deporte, pero también se puede disfrutar".
El dirigente afirma que "este proyecto nació hace cinco años y es el más importante que se realiza en Tui durante el verano, sobre todo por la cantidad de participantes". Para la actual edición ya se han inscrito más de 300 personas, muchas de ellas procedentes de Portugal donde el piragüismo es un deporte que posee un larga e intensa tradición.
