Las asociaciones de mujeres en el rural gallego alertaron ayer en el Parlamento de Galicia sobre la necesidad de disponer de datos oficiales sobre los casos de violencia machista que se dan en el ámbito rural, para poder atender las necesidades de las mujeres maltratadas en los pueblos gallegos.

La Federación de Mulleres Rurais de Ourense (Femuro), y la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Galicia (Fademur Galicia) intervinieron ayer en la sesión extraordinaria de la Comisión no permanente de estudio para la igualdad y los derechos de la mujer. Ambas organizaciones coincidieron en señalar la "falta de datos oficiales" como un impedimento a la hora de realizar una análisis amplio de la violencia machista en el rural gallego. A este respecto, la presidenta de Fademur Galicia, Rosa Arcos señaló que "con los datos existentes, no se puede realizar un análisis" sobre la aplicación de las leyes relativas a igualdad y violencia de género que están en vigor en Galicia, ya que las estadísticas "no distinguen entre ámbito rural y urbano". Una segregación que resulta necesaria, según las asociaciones, para conocer las características de los casos de violencia machista que se dan en este ámbito y poder actuar tanto en la prevención como en la asistencia a las víctimas.

Las participantes en la comisión centraron el debate en la necesidad de fomentar "campañas reales de sensibilización" para poner fin a la "invisibilización" que sufren las mujeres, atendiendo, especialmente "a las características propias del rural gallego". En concreto, Arcos se refirió a la "falta de empatía" con la que se encuentran estas mujeres por parte de la sociedad que las rodea a la hora de denunciar un caso de violencia machista, ya que "no tienen confianza en el trato por parte de autoridades locales, como el médico de cabecera o las responsables de los Centros de Información á Muller (CIM)" debido a que, en muchos casos, "existen lazos de parentesco o se minimiza la problemática". Para ello, las responsables de Femuro apuntaron la necesidad de ahondar en la "cooperación entre los CIM y las asociaciones" para paliar esa falta de accesibilidad de las mujeres rurales a los puntos de ayuda, así como una mayor financiación para la detección y prevención de estos casos.