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De Moaña al desierto de Marruecos

Los hermanos Eva y Manuel Bernárdez Ordás han sido seleccionados para participar en la segunda fase de "España Rumbo al Sur", una experiencia que marcará sus vidas

Ambos, durante una jornada en la Sierra de Gredos. // FdV

"Solo por la semana de convivencia en Madrid, es una experiencia para recomendar". Así de convencida se confiesa Eva Bernárdez, que junto a su hermano mellizo, Manuel, has sido seleccionados para afrontar la segunda fase del programa "España Rumbo al Sur". Hoy se embarcan en una experiencia que seguramente marcará sus vidas: un viaje junto a más de un centenar de jóvenes por el Reino de Marruecos. Con un anuncio que Graciela, la madre de los mellizos, vio "de pasada" comenzó esta aventura. "Yo misma los impulsé. Son los dos muy deportistas y competitivos", explicaba ayer en su casa de Moaña la progenitora.

Además de compartir ADN, Eva y Manuel tienen en común su espíritu aventurero, su pasión por el deporte y sus ganas de conocer y salir de su zona de confort. Un perfil que se adapta a la perfección al buscado en "España Rumbo al Sur", dirigido por Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo y que quiere promover el conocimiento de otras realidades por los jóvenes.

La décima edición del programa, que tiene como objetivo fomentar el voluntariado, la cooperación y la solidaridad (tras el paso por "España Rumbo al Sur" muchos de los participantes han optado por crear o vincularse a ONG), se desarrollará en el Reino de Marruecos. Aunque se repite el escenario de la pasada edición, a lo largo de los últimos años el programa ha viajado por Mauritania, Senegal, Camerún e incluso las Islas Canarias.

Eva y Manuel son conscientes, todavía en mayor grado tras la primera etapa de formación en Madrid, de que "no es una experiencia para pasárselo bien, no vamos al típico campamento de verano", apunta la joven que, al igual que su hermano, acaba de finalizar los estudios de 4º de la ESO.

Entre el 26 de junio y el 3 de julio, acompañados de casi doscientos participantes más, afrontaron una primera fase en la capital de España: "La preparación fue más psicológica que física, aunque algunos días también nos levantaban a las seis de la mañana para hacer ejercicio", apuntó Eva, antes de añadir que "nos racionaban la comida y las horas de sueño, hay mucha disciplina". A pesar de la dureza de esta semana, en la que los hermanos pudieron compartir escasos momentos al estar encuadrados en diferentes grupos de trabajo, Manuel afirma que "la convivencia con el resto de gente ha sido muy buena, fomentan mucho el trabajo en equipo".

Otras tierras y culturas

Saben que van a conocer otras culturas y a colaborar con poblados locales, pero pocas indicaciones más han recibido por parte de la organización. A pesar de la incertidumbre, están seguros de que "no tendrá nada que ver con la semana que hemos pasado en Madrid". Aunque al principio sus amigos bromeaban con que estaban "locos", todos les han mandado mensajes de ánimo para una experiencia que no todo el mundo está capacitado para afrontar. "A Marruecos no pueden ir a recogerte, no estás a media hora de casa", afirma en tono jocoso Manuel antes de añadir un rotundo:" La experiencia valdrá la pena".

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