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Publicación de 'Film Books: A Visual History'

La película de un bibliófilo del cine

Un investigador gallego asentado en Nueva York recopila una historia 'sui generis' del séptimo arte a través de libros desde 1895 a la actualidad, que ahora se publica en EE UU

Breixo Viejo, historiador y coleccionista, ante su biblioteca que alberga muchas primeras ediciones.

Desde títulos de la época de las vanguardias, como "Bonjour Cinéma" (París, 1921) de Jean Epstein o "Malerei, Photographie, Film" (Munich, 1925) de Lázsló Moholy-Nagy; elevados al nivel de libros de artista y que se consideran hoy obras de arte -y se atesoran en museos- pasando por libros de cine diseñados por el holandés Piet Zwart o el italiano Luigi Veronesi, "verdaderas joyas bibliográficas". La labor de bibliófilo del historiador gallego Breixo Viejo repara en las cubiertas de los trabajos citados, "diana" de su estudio: "Son composiciones artísticas que recurren a la cámara, a la tira de celuloide y al ojo humano como signos idiosincráticos de la experiencia fílmica", expresa.

Con la precisión del arqueólogo y el arte del cinéfilo, este estudioso del séptimo arte publicará un libro en EE UU fruto de su trabajo de los últimos seis años.

"Film Books: A Visual History" repasa los libros de cine publicados desde la aparición del mismo cinematógrafo hasta la actualidad. Es decir, toda la bibliografía del cine. Ese ha sido el vastísimo objeto de estudio del coleccionista gallego asentado en Nueva York. Curiosidades y rarezas incluidas.

"El primer libro que analizo es "History of the Kinetograph, Kinetoscope, and Kinetophonograph" de William y Antonia Dickson", que se publicó en Nueva York en 1895 -el mismo año en que los hermanos Lumière presentan el cinematógrafo en París-. Ese trabajo reproduce fotogramas de algunas de las primeras películas producidas por Edison (como el famoso Estornudo de Fred Ott de 1894, filme que duraba cinco segundos).

"De hecho, he prestado mucha atención a las publicaciones anteriores a la llegada del cine sonoro. Mi objetivo era desmentir el tópico de que apenas se publicaron libros sobre cine durante la época muda. Se publicaron muchos y muy variados", alega el experto.

"A lo largo de la investigación descubrí que antes de 1915 ya se habían publicado títulos sobre las materias cinematográficas más diversas: desde la filmación de la Segunda Guerra de los Bóeres en Sudáfrica en 1899 hasta los noticiarios que se hicieron sobre Guillermo II, Rey de Prusia", comenta.

Análisis de audiencia en 1915

"Ya existían manuales para actores que querían triunfar en Hollywood y crónicas de cómo rodar películas en el corazón de Togolandia, en África... ", reflexiona. Fue a partir de 1915 cuando empezaron a surgir, además, estudios académicos sobre historia, economía y estética de cine, así como los primeros análisis de audiencias.

"Los libros de Hugo Münsterberg, Emilie Altenloh, Louis Delluc, Terry Ramsaye... De hecho, casi todos los géneros de la bibliografía cinematográfica existen ya antes del triunfo del cine sonoro", insiste.

En lo que respecta al su trabajo, "Film Books: A Visual History"-con 264 páginas y más de 200 ilustraciones a color-, es de vital importancia la ilustración y de ahí el subtítulo. También le interesaba "mostrar el libro de cine no solo desde un punto de vista documental, sino también como objeto artístico: que el lector pudiese apreciar la belleza de las sobrecubiertas, los estampados en las telas de cubierta, el diseño de las solapas y las guardas, las diversas tipografías y usos del fotograma en el interior de los libros..."

Quizás por ello, Breixo Viejo estudia con detenimiento 140 títulos e incluye 360 referencias bibliográficas adicionales, es decir, presenta un total de 500 libros. "Con mi selección no intenté hacer un canon de "los mejores libros de cine" -los cánones no me parecen posibles ni siquiera deseables- sino mostrar la riqueza de esta tipología bibliográfica, tan querida entre los auténticos cinéfilos".

Junto a libros fundamentales como "From Caligari to Hitler" (Princeton, 1947) de Siegfried Kracauer o" Le Cinéma selon Hitchcock" (Paris, 1966) de François Truffaut, el autor incluyó "panfletos ultraconservadores que atacaban al cine, historias del homoerotismo en las películas o monográficos sobre largometrajes de serie B". "No bastaba con incluir los textos fundamentales de cineastas como Abel Gance y Sergei Eisenstein, de filósofos como Guido Aristarco y Gilles Deleuze; había que mostrar el libro de cine en toda su variedad. Porque, por existir, hasta existen manuales de cómo usar la cámara de 16 milímetros para aprender a boxear e incluso ¡una apología de la presencia de las gallinas en la gran pantalla!", sonríe el minucioso investigador.

"Desde un primer momento traté de escribir una historia del cine sui generis", confiesa Breixo Viejo. Y se refiere a que, en vez de usar el hilo argumental de las películas, eligió hacerlo a través de sus libros. "Para lograrlo, necesité incluir títulos que quizá decían poco pero que, sin duda, daban mucho que decir", manifiesta.

También tiene cierto intringulis la procedencia de los fondos que analizó el experto -al menos en tres países-. "Aunque la mayoría de los libros forman parte de mi colección, hay una serie de títulos que proceden de bibliotecas públicas y privadas. Entre las bibliotecas públicas que han colaborado están la de la Cinémathèque Française de Paris, el British Film Institute de Londres, el MoMA de Nueva York y la Margaret Herrick Library de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences de Hollywood".

"El problema de las bibliotecas públicas es que rara vez conservan las sobrecubiertas. Al tener que clasificar el libro con un tejuelo, a menudo tiran las camisas, ¡con lo importantes que son, por su utilidad y diseño!", aqueja el investigador. De hecho, el precio de una primera edición con o sin sobrecubierta puede variar dramáticamente: el libro "Filmgegner von Heute, Filmfreunde von Morgen" (Berlin, 1929) de Hans Richter, sin sobrecubierta, se puede encontrar en librerías de viejo por unos 50 euros, mientras que con su hermosa sobrecubierta de estilo dadaísta, es difícil encontrarlo por menos de 3000 euros.

Un rastreo "casi detectivesco" de coleccionistas

  • En busca de las preciadas sobrecubiertas de los trabajos sobre cine, Breixo Viejo emprendió otra búsqueda. "Para incluir imágenes de las sobrecubiertas, tuve que contactar con coleccionistas y libreros en Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Alemania, Francia e Italia", reconoce. "Las respuestas fueron por lo general entusiastas. Algunos de ellos, como Kevin Johnson, James Pepper, Noel Chanan o Hans Rudolf Gabathuler, han sido extremadamente amables y me han enviado imágenes de ejemplares de su colección imposibles de conseguir en otros lugares", explica el historiador gallego."Rastrear y localizar estos libros tuvo algo de experiencia detectivesca con final feliz: nada es más gratificante que dar con otro coleccionista que entienda la importancia del libro en la historia del cine", asegura -ya feliz- porque Robert Fleck, editor de "Oak Knoll Press", hará posible que su ardua tarea de cinéfilo vea la luz.

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