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Las geometrías de Solveira recalan en Pontevedra

El artista vigués ultima una retrospectiva pictórica con trabajos de siete décadas, que se inaugura el próximo viernes - El montaje requirió trasladar 3 toneladas de obras de hierro, acero o madera

Un momento del montaje de la exposición antológica de Pedro Solveira, estos días, en el Museo de Pontevedra. // Rafa Vázquez

"Me gustaría ser poeta y así llevar mi obra en un bolsillo, ¡o en un USB!", afirma socarrón el artista Pedro Solveira (Vigo, 1932), ante el montaje de un centenar y medio de obras seleccionadas de un legado que abarca siete décadas. Sus creaciones nutrirán una exposición retrospectiva que se inaugura el próximo viernes 5 de junio en el Museo de Pontevedra (20.00 horas). Así que la declaración del artista se entiende más irónica al saber que fue preciso un camión cargado con casi tres toneladas para desplazar ese contingente de obra en acero, cristal, madera maciza o hierro... Los retazos de toda una vida -el autor fue precoz en sus inicios- fueron trasladados desde su estudio en A Guarda y su piso en Vigo.

En plena vorágine de montaje, desde las 'tripas' de los amplísimos espacios de las salas del museo pontevedrés, confiesa: "Me siento muy cómodo con los obreros, yo soy y he sido uno de ellos". El artista habla mientras atiende a un moderno nivel digital para calibrar la altura de cuatro piezas.

Pedro Solveira prepara estos días la primera muestra restrospectiva desde hace cinco años, que expuso la última en Vigo. Aúna obras de 71 años de trabajo, desde 1944 hasta hoy y de sus diversas etapas, que ocuparán toda la parte baja de la sala de exposiciones del Museo de Pontevedra, del 5 junio al 5 julio. "Yo tuve la suerte de tener una mala salud de hierro que me permitió fuerza", reconoció a FARO.

Artista de las geometrías, presentará a sus 82 años "El eterno retorno", un libro que también llevará próximamente a Madrid. Es un esqueleto que sostiene todo su legado vital -hasta la fecha- con textos e ilustraciones que describen creaciones de hierro, arquitectura, líneas infinitas y música. Aunque Solveira tiene "la intención y la energía de seguir trabajando".

En pocos días en Pontevedra, la muestra reflejará desde su habilidad como precoz dibujante, pasando por piezas litográficas para conservas en La Metalúrgica, a sus más recientes creaciones de geometría fractal. Su creación desde adolescente fue imparable.

Volviendo la vista al retrovisor, muchas creaciones en hierro, de aluminio (algunas de más de tres metros y amplios volúmenes), otras de "blanco sobre blanco", no permiten olvidar otra de sus grandes pasiones: la música. "Es la que mejor acompaña al artista", afirma. Y de ahí su serie "Con la música a esta parte", en la que "pinta" las notas desde la abstracción. "Esculturas Colgadas" y más horas incansables engendraron sus "Vuelos imposibles", maquetas de cientos de formas creadas a partir de un mismo esquema, y relieves sobre papel. El universo de Pedro Solveira está poblado de medidas, de sueños, de azules y de inventos.

La evolución constante le llevó en los años 90 a introducir en su obra el PVC y el metacrilato, del que sintió pasión por su azul. "Siempre estás evolucionando; yo soy un enamorado de la Geometría y he estado toda la vida trabajando con la euclidiana, pero sin pretenderlo me encontré con la geometría fractal y la cantidad infinita de posibilidades en el espacio". De su impronta internacional da fe la interminable nómina de ciudades en las que ha expuesto, y de museos y empresas que albergan obra suya: Nueva York, Chicago, Detroit, San Francisco, Cleveland, Tokio, Berlín, Londres, México, Brasilia, Ginebra, Sao Paulo, Madrid... y Pontevedra.

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