Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

FARO entrevista al profesor de Física de Partículas de la USC

José Edelstein: "La Naturaleza ha mostrado buen gusto"

"Yo creo que ya ha nacido el próximo Nobel español", asegura sobre Juan Ignacio Cirac

Edelstein en la facultad de Física de Santiago, ayer. // X. Álvarez

Acaba de recibir una mención honorífica de la "Gravity Research Foundation", entre cuyos galardonados anteriores figuran nombres como Stephen Hawking, Roger Penrose o los premios Nobel François Englert, Frank Wilczek y Gerard 't Hooft. José Edelstein es profesor en la Universidad de Santiago. Sus trabajos estudian los fundamentos de la gravedad cuántica, que trata de unir las dos principales teorías físicas del siglo XX: la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad.

-¿Qué aporta a nivel científico y personal esta distinción?

-Es la primera vez que participo en este concurso. El ensayo que presenté está basado en un voluminoso trabajo escrito con Xián Camanho, Juan Maldacena y Sasha Zhiboedov el año pasado. Comprimir más de 70 páginas en sólo 3 fue un ejercicio literario de precisión. Siempre se aprende algo en el camino.

-Usted conoce a Hawking. ¿De qué hablaron durante la entrevista que mantuvieron en Londres?

-La entrevista fue en Cambridge. Hablamos sobre sus puntos de contacto con Argentina y sobre su fallida participación en una conferencia en Israel que causó algo de revuelo hace un par de años. Unos meses después, en su casa, al fin hablamos de física. Cuando visitó Galicia, en 2008, estuve en la organización de todas las actividades de una semana tan larga como excitante.

-Hawking acaba de predecir una especie de rebelión de las máquinas. Que en 100 años, los robots "acabarán" con los humanos, aseguró hace unos días en el evento Zeitgeist 2015 de Londres.

-Creo que su opinión en este tema está condicionada por su situación personal en que la dependencia de las máquinas es casi total. No veo por qué hemos de renunciar a la posibilidad de utilizar el interruptor para, en caso de emergencia, apagarlos.

-Él confesó en más de una ocasión su rechazo a la idea de la vida después de la muerte. Usted, ¿tiene convicciones religiosas?.

-Ninguna. Estoy completamente de acuerdo con él.

-Su libro "Antimateria, magia y poesía", se ha publicado en una colección de divulgación científica. ¿Es compatible el rigor con la sencillez a la hora de divulgar ciencia?

-Sí, lo es, dentro del margen que nos deja la imposibilidad de utilizar el lenguaje natural en el que está escrita la ciencia: las matemáticas. Uno intenta hacer de traductor o, quizás mejor, de buscar herramientas literarias para convertir las explicaciones en metáforas o símiles que, sin traicionar el núcleo de lo que se intenta contar, prescindan de lo superfluo.

-La antimateria es propia de la física, ¿pero qué tienen que ver con la magia y la poesía?

-Dos de los físicos teóricos más importantes del siglo XX, Paul Dirac y Richard Feynman, jugaron un papel crucial en la construcción de una teoría electromagnética compatible con la cuántica y la relatividad, cuna de la antimateria. En un sentido que se explica en el libro, en la forma de hacer física, Dirac era un poeta y Feynman un mago.

-¿Ha tenido algún contacto con el nuevo papa Francisco I, argentino como usted?.

-Ninguno. Hawking me habló de su interés por conocerle, por lo que yo le dije que le haría llegar la entrevista que le hice. En estos días es probable que ya esté en manos del Papa, junto a un ejemplar del libro, gracias a la intermediación de la embajada argentina en Roma.

-¿Cómo de revolucionario ha sido el Nobel concedido a los descubridores del 'bosón de Higgs'?

-Hacía medio siglo que, a la espera de que apareciera el bosón de Higgs, miles de físicos buscaron sin éxito un mecanismo para explicar por qué las partículas elementales tienen masa. El que propusieron Robert Brout, François Englert y Peter Higgs es elegante, ingenioso y, ahora lo sabemos, ¡correcto!

-¿No es una paradoja llamarle 'partícula de Dios'?

-Es el resultado de la astucia comercial de un editor. El premio Nobel León Lederman escribió un libro que iba a titular "The goddamn particle" ("La partícula maldita") y el editor se dio cuenta de que "The god particle" vendería más.

-Cuanto más se sabe del universo, más se sabe cuánto se desconoce del mismo. El gran acelerador de partículas del CERN inicia una nueva etapa para explorar una frontera energética superior. ¿Permitirá comprobar la validez de la supersimetría, la teoría que podría resolver la incógnita sobre la materia oscura?

-¡Ojalá! No tenemos garantías de ello. La supersimetría reúne la elegancia y la belleza que uno espera de una teoría científica correcta. La Naturaleza ha mostrado tener buen gusto hasta ahora. Esperemos que a energías más altas no muestre su costado menos refinado.

-¿Es importante la labor que están desarrollando científicos gallegos en el CERN?

-Por supuesto. Físicos gallegos trabajan en dos experimentos del laboratorio de física de partículas más importante del mundo, el CERN: LHCb y Alice. Y lo hacen jugando un papel destacado.

-El teletransporte es uno de esos sueños que han poblado la mente de creadores y aficionados en el cine o la literatura. Recientemente han llegado noticias de la teleportación cuántica. ¿Ya es una realidad?

-La física cuántica tiene una propiedad sorprendente que se llama entrelazamiento: si dos partículas tuvieron un origen común pueden mantenerse "unidas" aunque estén a enormes distancias. El problema es que cuando las partículas se acumulan en grandes cantidades, como en un cuerpo humano, estas propiedades se diluyen y acaban perdiéndose. Por eso los fenómenos cuánticos nos resultan tan extraños y anti-intuitivos.

-¿Cree que ha nacido el próximo Nobel en Ciencia en España??

-Creo que sí. Es probable que incluso pueda decirte su nombre: Juan Ignacio Cirac. Es un pionero en la computación cuántica y tiene solo 49 años.

-¿Tiene alguna ecuación que logre que regresen los "cerebros fugados" a Galicia?

-Toda mi vida he convivido con el problema de la fuga de cerebros en Argentina. Ahora me toca vivirlo aquí. El secreto parece tan sencillo que es difícil entender que no exista la voluntad política de resolverlo: más inversión en ciencia.

-¿Y para salvar la investigación en España?

-Más de lo mismo. Pero con un presidente de cuya boca jamás hemos visto salir una palabra con reminiscencias científicas o artísticas, lo tenemos difícil.

Compartir el artículo

stats