El rey Mohamed VI ha ordenado ampliar legalmente la autorización del aborto a los casos de malformación del feto y de violación o incesto, además de aquellos en los que la vida de la madre está en peligro y que ya se permiten actualmente.

Tras un mes de consultas encargadas a tres instancias -ministerio de Justicia, ministerio de Asuntos Islámicos y Consejo Nacional de Derechos Humanos- el rey recibió en Casablanca a los responsables de los tres organismos para encargarles un nuevo marco normativo legal.

El resultado de estas consultas indicó que "la aplastante mayoría se inclina por la criminalización del aborto, a excepción de algunos casos de fuerza mayor, en razón de los sufrimientos que engendra y de sus repercusiones sanitarias, sicológicas y sociales negativas para la mujer, la familia, el feto y toda la sociedad", según señaló el monarca.

Tras enumerar los tres casos de fuerza mayor, el monarca ordenó a los ministros de Justicia y de Sanidad que traduzcan en leyes las nuevas disposiciones y que queden así establecidos los plazos y condiciones en que podrán practicarse los abortos, así como las penas para sus contraventores.

Abortos clandestinos

Marruecos no ofrece cifras oficiales sobre el número de abortos clandestinos que se practican en el país, pero la Asociación Marroquí de Lucha Contra el Aborto Clandestino (Amlac) estima que cada día se realizan entre 600 y 800 en condiciones sanitarias deplorables. Y la Institución Nacional de Solidaridad con las Mujeres (Insaf) calcula que cada día son abandonados en Marruecos 24 bebés.

La decisión del rey Mohamed VI de ampliar los supuestos del aborto se produce en un momento de intento debate en Marruecos en el que el Gobierno pretende reformar un Código Penal que data de 1962. En la actualidad la poligamia está permitida por ley y el adulterio y la homosexualidad conllevan penas de cárcel. El anteproyecto presentado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo mantiene la prisión en esos casos y contempla medidas atenuantes para los crímenes de honor.

El Código Penal marroquí condena con cárcel de uno a cinco años a quien provoque un aborto. Y establece penas de entre seis meses y dos años para las mujeres que aborten. La misma condena está prevista para los cómplices o intermediarios.

Los sectores más progresistas de la sociedad se han movilizado contra la reforma del anteproyecto, que califican de "retrógrada".