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Estudio sobre la violencia entre iguales

La huella profunda del acoso escolar

Las víctimas de "bullying" tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental y presentan más tendencia a autolesionarse que quienes sufren maltrato infantil

Alumnos, a la entrada de un instituto. // Efe

El acoso escolar puede producir peores consecuencias sobre la salud mental a largo plazo que las que provocan los maltratos por parte de adultos, según un estudio publicado por la revista especializada "The Lancet Psychiatry". Según dicho estudio, titulado "Consecuencias del bullying y del maltrato infantil sobre la salud mental en adultos: dos muestras en dos países", los niños que sufren acoso por parte de sus compañeros tienen más riesgo de desarrollar problemas mentales al final de la adolescencia, depresión y ansiedad, y son más proclives a autolesionarse e incluso a tener ideas suicidas que quienes no sufrieron este tipo de violencia e incluso que quienes sufrieron vejaciones por parte de adultos. Según un estudio de 2009, la incidencia de este problema en España es del 23%, aunque en otros países alcanza a uno de cada tres menores.

"Desce hace veinte años, estamos comprobando que si los niños que sufren acoso escolar no son reconducidos, pueden desarrollar muchos problemas, como depresión y ansiedad, e incluso hay casos que se inician en el consumo de drogas como forma de evasión", explica Nuria Pereira, directora del Instituto Europeo Campus Stellae de Santiago, psicóloga y experta en acoso escolar.

Según los responsables del estudio, los profesores de psicología de la Universidad de Warwick (Reino Unido) Suzet Tanya Lereya, William E. Copeland, E. Jane Costello, y Dieter Wolke, pese a que también el maltrato por parte de un adulto eleva la probabilidad de sufrir secuelas de este tipo a largo plazo, en los casos en que los menores han sufrido tanto maltrato como bullying, lo primero no eleva de forma perceptible las probabilidades de sufrir estas dolencias, mientras que sí existen diferencias cuando estas agresiones se producen de forma independiente. Los responsables de la investigación compararon los datos disponibles en dos países (Reino Unido y EE UU) procedentes de los indicadores "Avon Longitudinal Study of Parents and Children in the UK" (ALSPAC) y "Great Smoky Mountains Study in the USA" (GSMS).

De acuerdo con las relaciones extraídas de estas muestras, el maltrato por sí mismo no incrementa el riesgo de problemas mentales, aunque sí aumenta el riesgo de depresión. Sin embargo, el bullying tiene más efectos adversos sobre la salud mental de los jóvenes adultos. Dentro de las muestras empleadas, cerca del 40% de quienes sufrieron maltrato en el ámbito familiar siendo menores también sufrieron bullying. En este sentido, los investigadores apuntan a la posibilidad de que la experiencia de otras formas de "persecución" pueda llevar a los menores que las sufren a crear "más susceptibilidad" hacia la probabilidad de sufrir también bullying.

"A pesar de que los abusos por parte de un adulto tienen un gran impacto sobre el niño, en muchos casos este cree que es normal y no es consciente de lo que realmente le sucede hasta que tiene una determinada edad. Sin embargo, el acoso escolar sucede en el patio y no lo asume como normal, y sucede delante de otros, que el niño no sabe cómo van a reaccionar y qué van a pensar. Además, el acoso no solo es violencia verbal o física; también conlleva un aislamiento del grupo, que en esa etapa de la vida es fundamental", explica José Manuel Suárez Sandomingo, presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia.

En este sentido, Nuria Pereira añade que el rechazo puede resultar incluso más dañino que una agresión directa. "El acoso silencioso, como por ejemplo darle la espalda, ignorarle, es mucho más cruel que un ataque directo y es fácil que cause una depresión", explica la experta, que aconseja vigilar cualquier cambio en el carácter del niño para detectar a tiempo un problema "muy grave" que, asegura, está aumentando. "No sirve mirar hacia otro lado o decir que es cosa de críos porque esto solo refuerza la violencia. El acoso escolar nos afecta a todos porque cuando un grupo sufre, la sociedad entera se va a ver afectada. Tanto acosado como acosador necesitan ayuda urgente y de lo contrario, tendrán problemas en un futuro tanto en el ámbito familiar como en el laboral", advierte.

La directora de Campus Stellae añade que en el acoso escolar no solo hay que trabajar con la víctima para evitar los problemas que enumera este estudio, sino con el acosador para corregir una conducta que, de caso contrario, continuará reproduciendo en la edad adulta. "Si no se corrige al niño que acosa en el colegio, este será un acosador en el trabajo", alerta la experta, que aboga por acabar con el acoso "desde la raíz", desde el momento en que se comienzan a atisbar las primeras señales de alarma.

Respecto al acosador, José Manuel Suárez Sandomingo explica que es importante también conocer las causas que subyacen detrás de esa conducta violenta para reconducirla. "En muchos casos quien acosa viene de un entorno familiar donde este tipo de actitudes violentas son normales; en otros es una actitud personal del acosador, que se siente infravalorado y humillar a quien para él es una amenaza es su forma de autoafianzarse delante del grupo", explica el pedagogo, que anima a denunciar el bullying. "El problema del acoso es que paraliza. Todo el mundo mira hacia otro lado porque mientras el acosador tiene una víctima, no se fija en otra. El problema es que en la edad escolar, 'chivarse' está sancionado por el grupo y la norma es importantísima a estas edades", explica el pedagogo.

Para los especialistas gallegos, es necesario incrementar las medidas para luchar contra el acoso escolar, aunque en este sentido, Nuria Pereira se muestra pesimista. "Estamos asistiendo a una degeneración de valores. Desde el momento en que hay muchos niños, aquí en Galicia, que solo tienen garantizado el plato caliente del comedor escolar, el acoso escolar pierde importancia. La situación es muy grave porque hemos retrocedido allí donde habíamos conseguido un cierto nivel de calidad", alerta la psicóloga y experta en bullying.

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