Diversos grupos de investigación han conseguido hallar una serie de biomarcadores capaces de detectar precozmente la artrosis, una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a cerca del 28 por ciento de la población mundial mayor de 60 años y provoca limitaciones en los movimientos del 80 por ciento de los pacientes.

Actualmente, no existe ningún método capaz de diagnosticar la artrosis de forma temprana y, tal y como ha informado el investigador del Universty of Liège en Bélgica, Yves Henrotin, durante el Congreso mundial de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis celebrado en Seattle (EE UU), cuando se detecta suele ser "demasiado tarde" y el cartílago está "demasiado gastado".

Además, a esta afectación del cartílago se suma el "importante" número de comorbilidades que lleva asociada la artrosis como, por ejemplo, diabetes, obesidad o hipertensión. "La enfermedad actúa como eje sobre el que rotan diversas enfermedades, lo que hace que también se puedan producir comorbilidades respecto a todos los fármacos que debe tomar el paciente", apostilla el reumatólogo Jordi Monfort.