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Homenaje a las madres de artistas, sus mayores fans y críticas

Los creadores gallegos, a ojos de sus más fieles seguidoras

Madres de actores, dibujantes, escritores, músicos o humoristas relatan las alegrías y sinsabores vividos en el arranque de las carreras de sus hijos

Iván y Amaro Ferreiro de niños en Playa América, donde vivían y nació "Turnedo".

Todas tienen en común tres cosas. La primera, la sorpresa y la preocupación que vivieron cuando sus hijos les anunciaron su intención de dejarlo todo y ser lo que realmente deseaban ser: artistas. La segunda, su apoyo incondicional, una vez superadas las reticencias, hacia la decisión de sus hijos, y, la tercera, el inmenso orgullo que en estos momentos sienten hacia los trabajos que realizan esos chicos que siempre serán sus "neniños", ya sean libros, películas, discos, ilustraciones, guiones o monólogos de humor.

Ellas son sus fans más incondicionales, las que les dicen con sinceridad lo que piensan y les aplauden con mayor intensidad. Las que les siguen allá donde vayan y promocionan sus proyectos con mayor convencimiento. Las que les animan en los momentos difíciles y les recuerdan que, lo más importante siempre, es conservar sus valores.

Son las madres. Hoy se celebra su día y hemos hablado con las que dieron la vida a siete grandes artistas gallegos para que relaten cómo vivieron los inicios de sus hijos en este mundo tan lleno de incertidumbres y cómo lo viven ahora, que ya han recogido sus primeros frutos.

Son las madres de los populares músicos nigraneneses Iván y Amaro Ferreiro; de los actores vigueses Celia y Pedro Freijeiro, que disfrutan de un momento muy dulce en la televisión; de la también actriz compostelana Nerea Barros, premio Goya revelación de este año; de la escritora viguesa Ledicia Costas, ganadora de varios premios por sus novelas; del cineasta Lois Patiño, que con su "Costa da morte" visitó más de 60 festivales de todo el mundo y ha obtenido doce galardones internacionales; del dibujante ourensano David Rubín, uno de los ilustradores de cómic más espectaculares e internacionales de toda España, y del humorista de Carballo Rober Bodegas, que se convirtió en el "rey de la comedia" y combina sus actuaciones con los guiones de conocidos programas de humor.

Ellas han aportado, quizás de manera inconsciente, mucho a las carreras de sus hijos. Y ellos agradecen a sus madres que siempre les hayan mantenido los pies en el suelo. Y, aunque la mayoría de estas madres no tienen nada que ver con el mundo del arte, son ellas las primeras a las que sus hijos les anuncian sus nuevos proyectos, les enseñan sus procesos de creación y les piden algún que otro consejo para seguir adelante.

Ellas creen que su opinión no les deja mucho poso porque sus hijos también tienen en común "que siempre han tenido muy claro lo que querían hacer en la vida". Pero sus palabras y sus gestos les importan mucho más de lo que ellas imaginan.

Mª Carmen Noya | Madre de la actriz Nerea Barros

"Es tan buena niña que yo sabía que iba a triunfar"

"La verdad es que yo siempre quise ser actriz, pero cuando lo planteé en casa mis padres me dijeron que estaba loca", confiesa entre risas Olga García. Su carrera, así, se quebró antes incluso de empezar. Por eso, cuando sus hijos Celia y Pedro mostraron de muy pequeños interés por las actividades artísticas ella se volcó en fomentarlas. "Celia cantaba y actuaba en el colegio e iba a clases de ballet. Pedro, en principio, tiraba más por el fútbol y la natación. Yo les animé a ir a clases de teatro y la profesora en seguida me dijo que ambos tenían un don", recuerda la madre.

Los niños mamaron en casa el amor hacia el arte porque su padre es pintor y el ambiente en casa fue siempre liberal. "Yo siempre les di libertad para elegir lo que querían o no hacer y a veces me lo han reprochado porque Olga cree que tenía que haber insistido para que siguiera con el ballet, que se le daba de maravilla", apunta, al tiempo que se define también como "muy protectora".

Olga no se pierde ni una de las películas, series u obras de teatro en las que aparecen sus hijos. Por no hablar de la abuela, fan número uno de sus nietos. En estos momentos ambas están encantadas porque pueden ver a Celia protagonizando "Seis hermanas" a diario en La 1 y a Pedro haciendo lo propio en la TVG los domingos en la serie "Hospital Real", que se estrena hoy. "Me encanta seguirles, lo grabamos y lo volvemos a ver en la televisión a la carta, que también cuenta para las audiencias, ¡no me canso nunca porque, al conocerles tan bien, valoro aún más su esfuerzo con algunos personajes que son tan distintos a ellos. Son unos pedazo de artistas", asegura la madre.

Celia y Pedro viven desde hace años en Madrid y las escapadas a Vigo son escasas. Sin embargo, ejerce de manager de su hija para que pueda representar sus obras en Galicia. "La ayudo en todo lo que puedo en la promoción de sus proyectos porque a ella le encanta trabajar en su tierra, pero ya en Madrid me pierdo", advierte. Y de vuelta a la capital, Olga ejerce de "mamá gallina" y les llena la maleta de patatas, huevos caseros y pimientos de la huerta, que ellos agradecen con arrumacos.

Olga García | Madre de Celia y Pedro Freijeiro

"Yo quería ser actriz y no pude; soy su mayor fan"

Olga no se pierde ni una de las películas, series u obras de teatro en las que aparecen sus hijos. Por no hablar de la abuela, fan número uno de sus nietos. En estos momentos ambas están encantadas porque pueden ver a Celia protagonizando "Seis hermanas" a diario en La 1 y a Pedro haciendo lo propio en la TVG los domingos en la serie "Hospital Real", que se estrena hoy. "Me encanta verles, lo grabamos y lo volvemos a ver en la televisión a la carta, que también cuenta para las audiencias, ¡no me canso nunca porque, al conocerles tan bien, valoro aún más su esfuerzo con algunos personajes que son tan distintos a ellos. Son unos pedazo de artistas", asegura la madre.

Celia y Pedro viven desde hace años en Madrid y las escapadas a Vigo son breves. Sin embargo, ejerce de mánager de su hija para que pueda representar sus obras en Galicia. "La ayudo en todo lo que puedo en la promoción de sus proyectos en Galicia porque a ella le encanta trabajar en su tierra, pero ya en Madrid me pierdo", advierte. Y de vuelta a la capital, Olga ejerce de "mamá gallina" y les llena la maleta de patatas, huevos caseros y pimientos de la huerta, que ellos agradecen con arrumacos.

Elena Rodríguez | Madre de Iván y Amaro Ferreiro

"Subía toda la banda a mi R5 y les llevaba de concierto"

En la casa de los Ferreiro se escuchaba música todo el tiempo. Muy pequeño, Iván se empeñó en tocar la flauta y se escapaba en El Corte Inglés a tocar el piano, mientras que Amaro andaba por la casa inventando canciones de la mañana a la noche. Su madre, a la vista de ese gusto por la música, les apuntó a clases. "Iván iba a piano con una profesora y se presentó por libre a los exámenes. Le dijeron que tenían que cambiar cosas y él, todo furioso, dijo que no quería que nadie cambiara su estilo", recuerda riendo la madre.

En la adolescencia empezaron a montar sus grupos y Elena sacó todo su carácter para conseguir que siguieran adelante con sus estudios. "Me puse furiosa y conseguí que Iván se apuntara a Matemáticas en Santiago, pero le llamaron para grabar en Francia y lo dejó. Al año siguiente se apuntó a Historia y le llamaron de Londres y lo volvió a dejar. Al siguiente yo seguí insistiendo y se apuntó a la UNED, pero con tanta música aquello no había manera de sacarlo". Amaro, mientras, estudió Derecho en Salamanca y trabajó en un bufete "pero luego le dijeron que si se unía a su hermano y allá se fue", continúa su madre. "Al final me di cuenta de que tenían mucho éxito así que yo también estaba contenta y era la primera en subir todos sus instrumentos a mi R5 para llevarles a los conciertos".

Actualmente sigue siendo una gran seguidora. "No soy la madre de la Pantoja pero me encanta su música y no me pierdo nunca cuando Iván toca en La Riviera", concluye.

Josefa Cancelas | Madre del humorista y guionista Rober Bodegas

"Me enteré de que quería ser cómico por sus amigos y me disgusté; ahora me río mucho"

Roberto empezó a hacer sus pinitos en la comedia a escondidas de sus padres. "Estaba estudiando Arquitectura y me enteré por sus amigos de que iba a renunciar a la carrera faltándole solo tres asignaturas para terminar; me llevé tremendo disgusto", recuerda su madre, Josefa Cancelas. Al poco tiempo vio que su hijo -que se puso el apellido en honor al negocio de sus padres, un almacén de bebidas- realmente disfrutaba con lo que hacía y lo aprobó. "Voy a verle cuando tiene actuación de monólogos muchas veces y me gusta porque su humor no es ofensivo y no se mete con nadie", afirma Josefa.

Luego llegó la popularidad con su participación en "El rey de la comedia" y en el magazine de La Sexta "Sé lo que hicisteis..." ... y su traslado a Madrid. "Ahora le vemos muy poquito, siempre anda liado con algo; me da bastante pena la distancia pero estoy contenta de ver que tiene trabajo... ¡fíjate seguramente si hubiera sido arquitecto estaba en el paro!", afirma Josefa con muy buen humor.

La madre de Bodegas asegura que el único consejo que le ha dado siempre es "que no cambiara". "Y así lo ha hecho, es un niño estupendo y sigue teniendo los amigos de siempre, me hace reír y estoy muy orgullosa de él", concluye.

Rosa María Álvarez | Madre de la escritora Ledicia Costas

"Siempre me deja leer sus libros antes de que se publiquen y todos me enganchan"

"El regalo preferido de Ledicia, ya muy pequeña, eran los cuentos", recuerda su madre. Así que Rosa compraba libros y más libros para su niña que, con solo 8 años ya se presentó a un concurso de escritura y ganó su primer premio.

Ledicia pasaba horas en su cuarto escribiendo, pensando nuevas historias, buscando información sobre ellas, pero su madre le dijo que muy pocas personas vivían de escribir, así que le animó a que estudiara una carrera. "Estudió Derecho Económico y, lo que son las cosas de la vida, ahora se dedica a la literatura, pero estoy segura de que la carrera no ha sido un tiempo perdido", afirma su madre.

La autora de "Escarlatina, A cociñeira defunta", Premio Merlín de Literatura Infantil, o "O corazón de Xúpiter siempre deja que su madre lea sus textos antes de que se publiquen. "Y también los que no se han publicado los he podido leer. Escribe muy bien y yo, aunque no sepa mucho, le hago algún comentario y siempre lo tiene en cuenta. La verdad es que escribe de maravilla y engancha mucho", asegura orgullosa su madre.

Rosa dice que a su hija lo que más le ha querido enseñar es "a ser honesta y humilde, aunque cada vez le digo más que igual no habría que ser tan humilde", ríe.

Inés Miguélez | Madre del dibujante David Rubín

"Sus primos le miraban embobados cuando dibujaba superhéroes de pequeño"

David nació con poco peso y tuvo problemas de salud en su niñez. Para entretenerle las largas tardes en casa, su madre, Inés, le rodeaba de pinturas, cuentos y muchos cómics. "Empezó a dibujar muy pequeñín y sus amigos y primos se le quedaban mirando embobados y le pedían que se los regalase", recuerda su madre, que le recuerda siempre así, "dibujando folios y folios de superhéroes tirado en el suelo".

Inés insistió en que estudiase. "Siempre tuve que hacer el papel de mala y la verdad es que se lo puse difícil", confiesa, pero así David terminó Diseño Gráfico y se lanzó después al mundo del cómic, la ilustración y la animación. "Tenía tan clara la idea de lo que quería que poco podía hacer yo y al final me di cuenta de que realmente tenía que hacer lo que le gustaba y que tenía mucho que contar", ríe. "Yo no entiendo mucho de esto, pero me encantan sus dibujos y estoy muy orgullosa de todos los premios que ha ganado", sigue la madre. De hecho, ya con su primera obra larga, "El circo del desaliento" gano el Premio Castelao y ha sido finalista al Nacional de Cómic en varias ediciones.

Inés procura no perderse las presentaciones de su hijo y regala a sus amigas sus libros. "¡Qué mejor que invertir en él!".

Menchu Lamas | Madre del cineasta Lois Patiño

"Le doy mi opinión, aunque no creo que me haga mucho caso"

Hijo de padres artistas -Antón Patiño y Menchu Lamas- a nadie en casa sorprendieron las inquietudes culturales que muy jovencito empezó a mostrar Lois. "Ya de adolescente se metía con lecturas intensas de Artaud o Beckett pero fue sobre todo cuando comenzó a estudiar Psicología por la mañana y Cine por la tarde cuando encontró su verdadero medio de expresión", recuerda su madre.

"Yo ya sabía que el cine es un camino difícil, pero es su camino y siempre le dimos todo nuestro apoyo", añade Menchu. Lois se formó en Berlín, Nueva York y Barcelona y en estos momentos está en México, donde van a cofinanciar su próxima película. "Siempre estamos en contacto pero ya me he acostumbrado a su carácter nómada y aventurero", reconoce la pintora.

Menchu cree que influye en su hijo "de una forma inconsciente". "Supongo que le hemos transmitido una determinada entrega a la manera de ver las cosas, donde arte y vida confluyen con naturalidad. Hablamos con frecuencia de sus proyectos en familia; no creo que me haga demasiado caso de lo que le digo, aunque he colaborado en en alguno de sus montajes expositivos", describe Menchu, que sigue de cerca los trabajos de su hijo "aunque sea por internet, Facebook o su página web". "Tiene una mirada muy especial", afirma.

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